AP.- Sumner Redstone, quien construyó un imperio mediático a partir de la cadena de autocines de su familia, murió este miércoles a sus 97 años.
Viacom CBS Inc., empresa que dirigió durante décadas, recordó a Redstone por su “incomparable pasión por ganar, su inagotable curiosidad intelectual y su total dedicación a la empresa”.
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Redstone construyó la empresa a través de adquisiciones agresivas, pero muchos titulares con su nombre se centraron en los lazos cortados con esposas, actores y ejecutivos. En múltiples entrevistas, dijo que nunca moriría.
Su control sobre la cadena de teatros National Amusements, que controlaba CBS Corp. y Viacom Inc. a través de acciones con derecho a voto, pasó a su hija Shari Redstone, quien luchó contra altos ejecutivos para fusionar las dos entidades que se separaron en 2006.
Las batallas de Sumner Redstone con su propia familia fueron tan dramáticas como sus maniobras corporativas. Su hijo, Brent Redstone, una vez lo demandó para romper su imperio mediático y luego se conformó con una suma principesca para renunciar a sus acciones con derecho a voto.
Redstone se casó y se divorció dos veces, primero con Phyllis Gloria Raphael, madre de sus hijos Shari y Brent, y luego con la maestra Paula Fortunato, una mujer 39 años menor que él.
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Bajo su dirección, Viacom se convirtió en uno de los titanes de los medios de comunicación del país, hogar de los canales de televisión de pago MTV y Comedy Central y del estudio de cine Paramount Pictures. Redstone solía decir a los entrevistadores que “el contenido es el rey”.
Y tenía razón. A pesar de los bajos índices de audiencia de TV en Viacom, sus vastas participaciones en Viacom y CBS llevaron a la revista Forbes a estimar su patrimonio neto en 4 mil 600 millones de dólares.
Además de ser despiadado, Redstone era conocido por ser obstinado. En 1979, sobrevivió a un incendio en el hotel Copley Plaza de Boston agarrándose de una ventana del tercer piso con el brazo derecho todavía adentro. Sufrió quemaduras de tercer grado en la mitad de su cuerpo, su muñeca derecha casi fue cortada y le dijeron que nunca volvería a caminar. Pero finalmente se recuperó e incluso pudo jugar al tenis atándose la raqueta a su muñeca.
“¡Tengo la intención de vivir para siempre!” dijo a Upstart Business Journal en 2009.
