El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el fiscal general William Barr anunciaron el miércoles que agentes federales irán a Chicago y a Albuquerque para ayudar a combatir el aumento de la delincuencia, ampliando la intervención de la administración en el tema mientras el mandatario continúa haciendo campaña para su reelección bajo un manto de “ley y orden”.
Cientos de agentes federales ya han sido enviados a Kansas City, Missouri, para ayudar a controlar un aumento récord de violencia tras la muerte a tiros de un niño en la ciudad.
Enviar agentes federales para asistir en este tipo de casos no es raro. Barr anunció un esfuerzo parecido en diciembre para siete ciudades que habían visto un incremento en la violencia.
El mandatario estadounidense, en una rueda de prensa, dijo que gracias a los “cientos de habilidosos agentes” que enviará a Chicago, podrán arrestar y procesar a los criminales, agregando que estos pasarán muchos años en la cárcel.
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Por lo general, el Departamento de Justicia envía agentes que pertenezcan a la dependencia, pero este gran esfuerzo incluirá al menos 100 oficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que trabajan en la región y que normalmente realizan investigaciones de tráfico de drogas y explotación infantil.
La administración de Trump ya desplegó agentes del DHS en Portland, Oregón, y otras ciudades para proteger propiedades y monumentos federales. Trump ha criticado los esfuerzos de los manifestantes que buscan derribar las estatuas de líderes confederados.
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El presidente nuevamente rechazó los llamados a quitarle fondos a la policía, y dijo que incrementará el número de oficiales en Estados Unidos “para fortalecer a las fuerzas de seguridad y no debilitarlas”.
“Los esfuerzos por cerrar la policía en las comunidades han llevado a una impactante explosión de tiroteos, asesinatos y violencia. No vamos a esperar y ver qué pasa”, expuso el republicano en la Casa Blanca.
Esta movilización de agentes a Chicago y otras ciudades en Estados Unidos forma parte de la operación “Legend”, llamada así por LeGend Taliferro, de 4 años, quien murió en Kansas City a fines del mes pasado tras recibir un impacto de bala mientras dormía.
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El aumento en la delincuencia ha golpeado con fuerza a algunas ciudades que ya enfrentan problemas por la pandemia. Pero la decisión del mandatario de enviar fuerzas federales fue inicialmente rechazada por líderes locales.
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, indicó que ella y otros funcionarios habían hablado con las autoridades federales y llegado a un entendimiento.
“He sido muy clara en que le damos la bienvenida a una asociación real”, dijo la demócrata tras reunirse con funcionarios federales. “Pero no le damos la bienvenida a una dictadura. No aceptamos el autoritarismo y no apoyamos los arrestos inconstitucionales y las detenciones de nuestros residentes. No lo toleraré”, apuntó.
El Departamento de Justicia le reembolsará a Chicago 3.5 millones de dólares por el trabajo de oficiales de la policía local que formarán parte del grupo de trabajo federal. Por medio de otro fondo, Chicago recibió 9.3 millones de dólares para contratar a 75 nuevos oficiales.
Trump también enviará dos docenas de agentes a Albuquerque y puso a disposición 9.4 millones de dólares para 40 nuevos oficiales ahí.
