El avión presidencial aterrizó después de las 14:30 horas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, luego de pasar más de año y medio en Estados Unidos, en espera de una oferta de compra.
El Gobierno de México afirmó que tiene un comprador que ofreció pagar 120 millones de dólares por la aeronave, una parte en efectivo y el resto en equipo médico.
El lujoso Boeing 787 Dreamliner, adquirido en el sexenio de Felipe Calderón y usado en el de Enrique Peña Nieto, permanecerá en el hangar presidencial, bajo el resguardo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La aeronave tiene 25 metros de ancho y 80 metros de largo, está equipada con una sala de juntas, una cama king-size y un baño de mármol.
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Este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que “sigue el compromiso de la compra” del Boeing. “Ya incluso hubo una aportación, un anticipo; sin embargo, no hay ningún problema de entregarlo aquí o entregarlo en Estados Unidos”, detalló.
El lunes se realizará la reunión de seguridad y la conferencia matutina en el hangar presidencial para que los reporteros ingresen a la aeronave.
Desde su campaña, el mandatario prometió que se desharía del avión, pero al no encontrar comprador anunció en enero que lo iba a rifar entre la población en un sorteo de la lotería nacional.
El avión presencial, de 218.7 millones de dólares, pasó 19 meses en espera de su venta en el hangar de la compañía en California.
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