EFE.- Alemania abrió este martes el juicio contra un neonazi, autor confeso del ataque a una sinagoga y un tiroteo que dejó dos muertos. Se le acusa de terrorismo ultraderechista por haber intentado causar una matanza en suelo alemán en el día de Yom Kipur.
Esposado de pies y manos y con un dispositivo de seguridad reforzado tras un intento de fuga, Stephan Balliet compareció ante la audiencia de Magdeburgo para responder por este ataque antisemita.
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La fiscalía local imputa a Balliet doble asesinato, intento de asesinato múltiple, lesiones físicas e incitación a la violencia. Actuó, según la acusación, movido por su fanatismo “antisemita, racista y xenófobo” y pretendía “socavar el orden democrático” del país.
El juicio se celebra en Magdeburgo por disponer de mejores condiciones de aforo y seguridad que en Halle, lugar donde planeó su ataque.
El proceso se desarrollará bajo estrictas medidas higiénicas, según los parámetros por la pandemia del coronavirus. En el exterior, grupos de manifestantes denunciaban, con banderas israelíes, el antisemitismo presente en la Alemania actual.
Según la fiscalía local, Balliet no logró su cometido el pasado 9 de octubre porque la puerta de la sinagoga no cedió a los 20 disparos que realizó el ultraderechista desde el exterior. Al interior había 52 personas que celebraban la fiesta del Yom Kipur.
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Al no poder derribarla, lanzó sus explosivos al patio interior por encima de la valla.
El acusado salió ese día de la casa de su padre en un traje paramilitar y con una cámara para transmitir en directo su matanza. También llevaba explosivos, armas largas y un artefacto de fabricación casera.
Su propósito, añadió la fiscalía, era “causar el mayor número posible de muertos judíos“.
Ya en la misma calle disparó y mató a una mujer de 40 años que se encontraba cerca del templo; luego mató a un cliente en un local de comida rápida turca. Este último tenía 20 años.
En su huida dejó varios heridos, incluido un policía. Fue detenido tres horas después de haber salido de su casa.
Balliet presuntamente seguía el modelo de Anders Breivik, el noruego que en julio de 2011 asesinó a 77 personas en su doble atentado en el centro de Oslo y en un campamento de las juventudes socialdemócratas la isla de Utoya.
Breivik, ultraderechista y fundamentalista católico, pretendía atacar el modelo de sociedad multicultural. En cambio, Balliet dirigió su fanatismo hacia los judíos.
