AP.- Estados Unidos realizó este jueves su segunda ejecución federal en tres días después a un hombre originario de Kansas.
Wesley Ira Purkey recibió la inyección letal en el Complejo Correccional Federal en Terre Haute, Indiana. Fue sentenciado a la ejecución por secuestrar y matar a una niña de 16 años, Jennifer Long, antes de desmembrar, quemar y arrojar su cuerpo en un estanque.
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Purkey también fue condenado en un tribunal estatal de Kansas por usar un martillo para matar a una mujer de 80 años con poliomelitis.
El convicto fue atado a una camilla dentro de la cámara de ejecución. Un funcionario de la prisión le preguntó si quería hacer una declaración final.
Wesley Ira Purkey inclinó la cabeza ligeramente hacia arriba y dijo: “Lamento profundamente el dolor y el sufrimiento que le causé a la familia de Jennifer. Lo siento mucho”.
También expresó remordimiento por el sufrimiento de su propia hija adulta por sus acciones.
Sus últimas palabras fueron: “Este asesinato ‘sanitizado’ realmente no sirve para nada. Gracias”.
Purkey respiró hondo varias veces y parpadeó repetidamente, recostó la cabeza sobre la camilla mientras le aplicaban la inyección letal. Su muerte fue a las 8:19 am (hora del Este).
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Purkey fue la segunda ejecución del gobierno federal después de una pausa de 17 años, ya que la administración de Donald Trump presionó para reanudar esta condena.
Daniel Lewis Lee fue ejecutado este martes por matar a una familia de Arkansas en la década de 1990 como parte de un complot para construir una nación sólo para blancos en el noroeste del país.
Lewis Lee, de 47 años, murió por inyección letal también en la prisión federal de Terre Haute, Indiana.
La Corte Suprema de EU también levantó una suspensión de otras ejecuciones programadas para este viernes y para agosto.
Dustin Honken, un capo del narcotráfico de Iowa condenado por matar a cinco personas en un plan para silenciar a extraficantes, será condenado a muerte mañana.
