Paolo Maldini, el eterno capitán, cumple 52 años

La leyenda del Calcio y del AC Milan es uno de los pocos jugadores en el mundo que defendió durante toda su carrera los mismos colores.

Hablar de Paolo Maldini es hablar del AC Milan, referirse al mejor AC Milan de la historia es imposible si no se hace referencia a Paolo Maldini. Integrante estelar del ‘One club men’, disputó entre 1985 y 2009 nada menos que 902 partidos oficiales con el equipo rossonero que le dieron para conquistar un total de 26 trofeos.

Hijo de Cesare Maldini, campeón de cuatro Scudettos y una Copa de Europa con el AC Milan, Paolo ingresó en las categorías inferiores del club en 1978, a los diez años y como un niño cualquiera, favorecido por el apellido y sin que nadie pudiera sospechar el futuro que le reservaba el destino. Si llegar al primer equipo podía considerarse una utopía, superar la consideración de su padre era inimaginable.

Lo primero sucedió el 20 de enero de 1985, en un partido de Serie A entre el AC Milan y el Udinese en el que el entrenador Nils Liedholm (compañero de Cesare tres décadas antes) le llamó para suplir las ausencias de Mauro Tassotti y Sergio Battistini. Debutó, con 16 años y siete meses, de lateral derecho con el dorsal 14 y el entrenador sueco saludó su estreno con una frase premonitoria: “Este chico tiene un gran futuro como jugador”.

Paolo Maldini, ganador de todo siempre con los colores del AC Milan.


Esa premonición comenzó a cumplirse a partir de la siguiente temporada, cuando alcanzó los 40 partidos y su propio padre, ayudante de Enzo Bearzot en la selección, sentenció que Paolo “va a superarme. Lo deseo porque cada vez que le veo mi ilusión porque así sea es mayor”.

Rápido se adueñó del número 3 en la playera del AC Milan, la que había llevado siempre su padre, y de la lateral izquierda del equipo. Llegó Berlusconi al club y, listo como pocos, pasó de largo expresamente de aquel muchacho en plena revolución. Se podía fichar a mil jugadores, pero nadie mejor que el hijo de un ídolo con un futuro prometedor para hacerse querer por la hinchada de San Siro.

Paolo debutó con 16 años en el mismo club donde su padre fue leyenda. / Foto: Especial.


A las órdenes de Arrigo Sacchi levantó su primer Scudetto en 1988 y un año después la primera de las cinco Champions que conquistó, siendo el futbolista más longevo en este apartado: entre el primer y último título europeo pasaron 18 años.

Al acabar la década de los 80, con apenas 22 años, ya era un integrante fundamental de los Inmortales del AC Milan. El equipo de los holandeses (Rijkaard, Gullit y Van Basten), de Donadoni, Ancelotti, Costacurta, Baresi, Panucci o Albertini que primero con Sacchi y después con Capello se convirtió en uno de los equipos más legendarios en ese final de los 80 y la primera mitad de los 90 del pasado siglo.


“El era el hijo de Cesare, pero ahora yo soy el padre de Paolo” cuando felicitaron a su padre por la conquista de la Eurocopa Sub-21 al mando de la selección italiana de la categoría en 1994, semanas antes de que el AC Milan, en Atenas, aplastara al Barcelona de Johan Cruyff, convertido de Dream Team a ‘Pesadilla Team’ en una noche tan gloriosa para el equipo rossonero como trágica para los culés.

Para entonces, obvio, Maldini ya era santo y seña de los Invencibles, capaces de enlazar 58 partidos de la Serie A sin perder y siendo el equipo con más glamour de la ya de por si especial Liga italiana. ‘Los Lakers de Milán’. Éxito y fama a partes iguales.

Subcampeón del Mundo con la selección en el Mundial de Estados Unidos 1994, fue el primer defensa en lograr el premio al Jugador Mundial del Año que entregaba la revista World Soccer, mostrando su orgullo por representar “por fin a todos los defensas” y sentenciando que su compañero “y maestro” Franco Baresi “debió ser el primero en levantar este galardón”. Tercer clasificado en el Balón de Oro por detrás de Stoichkov y Baggio, en 1995 alcanzó los 300 partidos de la Serie A, celebrando con su quinto Scudetto y que dio paso a un cambio de era.

Hubo quien especuló con la salida de Maldini del AC Milan en 1998, al cumplir los 30 años y como parte de la renovación del equipo. “No podría jugar en otro club que no fuera el mío. No me sabría el camino a ningún otro lugar de entrenamiento” respondió, afirmando que solo se iría “si eso fuera por una necesidad de la sociedad”. “No vamos a bromear señores” cortó Berlusconi cuando se le preguntó por esa opción. “Les pido que no pregunten más eso porque es perder el tiempo” cerró. Jamás volvió a hablarse de ello.

Fueron años difíciles, en los que incluso se vio al AC Milan desplazado a la sexta plaza de la Serie A y fuera de la Champions League, hasta que el cambio de siglo le devolvió el brillo. Fue el capitán que levantó la Champions de 2003, vencida a la Juventus en Old Trafford en la tanda de penalties, semanas después de sumar 500 partidos en la Serie A y siendo ya considerado una leyenda en el Calcio.

A partir de ahí la figura de Paolo ya no se discutía en ningún campo de Italia. Siendo recibido su equipo con toda clase de rechiflas en estadios como el de la Juventus, el Napoli, la Roma, el Inter (siendo el suyo propio pero jugando de visitante) o la Fiorentina, su nombre provocaba aplausos por parte de la hinchada local, rendida a una carrera inmortal.

Palmarés

  • Campeón de la Serie A (1988, 1992, 1993, 1994, 1996, 1999 y 2004)
  • Campeón de la Superocopa de Italia (1988, 1992, 1993, 1994 y 2004)
  • Campeón de la Copa de Europa (1989, 1990, 1994, 2003 y 2007)
  • Campeón de la Copa Intercontinental (1989)
  • Campeón de la Copa de Italia (2003)
  • Mundial de Clubes (2007)


“Me gustaría seguir, pero es algo que no puedo asegurar” reveló en 2007, meses antes de anunciar su retirada a la conclusión de la temporada 2007-08. Pero la misma noche de marzo en que su AC Milan fue eliminado por el Arsenal en la Champions, semanas después de cumplir ante el Parma el partido mil de su carrera, anunció su intención de jugar otro año más.

Fue el 18 de abril de 2009 cuando reveló su adiós definitivo. “Ya es suficiente. He tenido una gran carrera, he sido feliz y he ganado muchos títulos… No podría pedir más. Bueno, sí, retirarme con el Scudetto, pero no todos los sueños son posibles” afirmó. Así, el 31 de mayo, ganando 0-2 a la Fiorentina para clasificar al equipo en tercer lugar en la Serie A, Paolo Maldini dijo basta.

Una de sus últimas apariciones con el club milanés. / Foto: Reuters.


26 días antes de cumplir los 41 años y después de toda una vida enfundado en la camiseta de un AC Milan del que se convirtió en eterno. Retirado del escenario tras asegurar que nunca sería entrenador, en 2018 volvió al club para trabajar junto al director deportivo, Leonardo de Araujo, siendo ascendido un año después a director técnico.

“A veces me da la impresión que no puedo vivir sin el AC Milan. Perdón, será más adecuado afirmarlo: no puedo vivir alejado del AC Milan” explicó. No se puede entender de otra forma. Paolo Maldini es el AC Milan. Y el apellido Maldini también: Después de su padre y tras él, su hijo Daniel ya ha debutado en el primer equipo. Con 18 años y jugando de delantero sueña con hacer su propia historia.

Hoy se entiende que será imposible acercarse a la leyenda de su padre… Aunque también se decía lo mismo en 1985 hablando de Paolo en comparación a Cesare…

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