“En la sociedad actual no hay más héroes que los deportistas… O al menos son los héroes de mayor tamaño”, sugiere Jorge Valdano.
En el caso concreto de los futbolistas, su fuerza popular los convierte en celebridades, son inspiración, referencia de millones, por ello resulta habitual que se les ‘abrace’ con devoción.
Este fenómeno no es exclusivo de México, pasa en todo el mundo, en menor o mayor escala. Sin embargo, aquí existe una búsqueda desesperada e inconsciente por encontrar al ‘santo’ del momento.
Ejemplos sobran. El mejor exponente hoy en día se llama Raúl Jiménez, delantero del Wolverhampton que está cumpliendo con una segunda temporada de ensueño, en la que suma 15 goles en Premier League y 24 totales, que lo ubican como el atacante más productivo en Inglaterra.
Es imposible restarle mérito alguno a Raúl y poco tino tendría quien lo intente; sin embargo, desde un sector de la prensa y no se diga la afición, existen excesos carentes de argumentos cuando se trata de dimensionar el sitio que ocupa el goleador en Europa.
De acuerdo con medios en Italia y fuentes cercanas al propio jugador, es una realidad el interés de la Juventus por el nacido en Tepeji del Río, que estaría preparando una oferta para sumarlo a sus filas. El Manchester United es otro de los pretendientes.
Raúl se ganó a pulso estar bajo la mirada de algunos gigantes europeos, pues luego del fracaso en el Atlético de Madrid y un paso muy discreto en el Benfica, por fin encontró su sitio en los ‘Wolves’.
Sin embargo, llegan los excesos cuando se pide compararlo con Mané (que no es centro delantero), cuando se estima que después de Messi es el futbolista más caro del mundo, y sobre todo cuando se asegura que está entre la élite de los mejores delanteros en Europa.
Luis Suárez, Robert Lewandowski, Sergio Agüero, Karim Benzema, Edinson Cavani, Kylian Mbappé y Mohamed Salah, entre algún otro, conforman la ‘aristocracia’ de atacantes en el planeta, y no llegaron a dicha posición tras un par de buenas temporadas en sus clubes.
Cavani y Agüero son los máximos goleadores históricos del PSG y Manchester City, respectivamente; Lewandowski es leyenda del Bayern Munich y la Bundesliga; Mbappé fue campeón del mundo a los 19 años; Salah es una deidad en Egipto y protagonista en los títulos más importantes del Liverpool en los últimos años; Benzema está en el top de anotadores del Madrid; y Suárez lo mismo en el Barça…
Nada es en detrimento de Jiménez, nada. Valgan las referencias anteriores para dimensionar el lugar que ocupa cada futbolista. Ninguno de los jugadores citados llegaron al sitio en donde están tras un par de buenas campañas en sus clubes, ninguno.
Así de simple o así de complejo…
EL COLMO
En su momento fue Diego Lainez, después con justificada razón Hirving Lozano, y ahora en esa pobreza desesperada por hallar a un ‘héroe’ del hoy y del mañana en México –futbolísticamente hablando–, los reflectores se colocaron encima de un niño de 15 años llamado Luka Romero.
Un niño que no es ni se siente ni habla como mexicano, pese a que nació en Durango, debido a que su padre, argentino, jugó en los extintos ‘Alacranes’ hace poco más de tres lustros.
Ya se le colocó el apodo del ‘Messi mexicano’ y no es ni una ni otra. De hecho, el año pasado disputó un Torneo Sudamericano Sub 15 con la albiceleste, y abiertamente ha reiterado que esa es la playera que defenderá, pese a que cuenta también con las nacionalidades española y mexicana.
En redes sociales se generó un debate colectivo y hasta linchamiento hacia el joven que debutó con el Mallorca en La Liga, debido a que eligió jugar con Argentina…
Ante semejante ignorancia, las primeras preguntas que salen al paso son: ¿por qué debió escoger a México?, ¿quién lo ha visto jugar más allá de los siete minutos ante el Real Madrid como para garantizar que estamos ante una potencial figura?, ¿a sus 15 años qué méritos puede tener para que sea la manzana de la discordia entre dos países?
Todo es producto de una necesidad por encontrar nuevos ‘héroes’, así se trate de simples futbolistas.
Autor | Daniel Montes de Oca
