El 24 de junio de 1994, en el Citrus Bowl de Orlando, Florida, la Selección Mexicana jugó su segundo partido de la Copa del Mundo de Estados Unidos, obligada a la victoria tras un debut doloroso en el que cayó 1-0 frente a Noruega.
Aquel caluroso viernes, el número ‘10’ de México tocó el cielo con las manos al marcar un par de anotaciones que hoy todavía se recuerdan.
El Tricolor se impuso 2-1 a Irlanda y el protagonista principal de aquella película fue nada menos que Luis García, quien en aquel entonces no tenía el apodo de ‘Doctor’.
¿Qué se siente representar a tu país en una Copa del Mundo?
“Para mí es uno de los momentos más sublimes y deliciosos, todavía a la fecha cuando cierro los ojos y me acuerdo se me pone la piel china…
“Ese camino de la rampa hacia el mediocampo que debe llevarte 40 o 45 segundos, con todo el estadio de verde gritando el nombre de México, eran sensaciones que te llevaban para cualquier parte, y el colofón de eso era cantar el himno nacional y yo generalmente lo cantaba con los ojos cerrados y me sentía el héroe de la película y el rey del mundo como decía Di Caprio…
“Te sientes especial, te sientes invencible, esa podría ser la lectura… Cuando yo me ponía la playera de la Selección Nacional sentía que levitaba”, confiesa Luis.
– El inicio de la Selección fue incierto tras caer ante Noruega, pero luego le ganan a Irlanda y empatan con Italia para quedar como primero de grupo…
“Noruega era la sensación de Europa, lo empezamos a conocer meses antes de enfrentarlo, el partido fue bastante parejo, tuvimos algunos chances y en un error de Ambriz que la quiere bajar con la rodilla o con el muslo, la pelota va para atrás, arranca el noruego y nos vacuna…
“Luego hacemos un partido muy pulcro contra Irlanda y el mejor partido de la Copa del Mundo o de los mejores partidos en la historia de las Copas del Mundo es el que hicimos contra Italia, hicimos un partidazo, le jugamos de forma mayúscula a ese Italia de Arrigo Sacchi de los 90, un parteaguas, o sea de las mejores generaciones de la historia y mundial, estamos hablando de Italia de los 90 y le hicimos un partidazo…
“Luego vino Bulgaria y el puñetas de Jorge Campos solo paró un penal y por eso quedamos eliminados”, recuerda con humor el ‘Doctor’.
– ¿Puedes explicar tu primer gol ante Irlanda?
“Yo jugaba como extremo derecho y durante mucho tiempo el Tuca Ferretti me dijo: ‘cuando la pelota la tenga Marcelino Bernal por la derecha, tú inmediatamente haces una diagonal’; hace una diagonal Marcelino, se la da a la Bestia’ (Carlos Hermosillo), la Bestia me la da de frente, yo cierro hasta los ojos y le meto un fierrazo, luego el tarado de Del Olmo casi me desgracia…
“Cuando me preguntan qué significó o cómo explicarlo, es un mural de gente que veo en la tribuna, así lo vi, milésimas de segundo en los que yo levanto la cara, no escucho nada y se ‘freezea’ la imagen y luego viene esta irrupción de locura con Del Olmo aplastándome”.
– ¿Y el segundo?
“Es una joya, Aspe va, la pelea, hace un par de fintas, me da el balón y lo que hago muy bien es el control orientado, me queda muy cercano, remato y es gol…
“Llego al vestidor y el puñetas de Alberto García Aspe me dice ‘felicítame que te di un pase de gol’, y yo le dije ‘qué pase de gol si me diste la pelota fuera del área grande con tres encima’, y me dice ‘no, no, no, fue pase de gol’…
“En el primer gol me estoy volviendo loco y no sé qué sucede, pero en el segundo voy sonriendo con una sonrisa de oreja a oreja y ahí sí logré asimilar lo que estaba sucediendo”…
– ¿Qué vas gritando cuando anotas el primer gol, antes que del Olmo te tire?
“Textualmente digo ‘me cago en mi puta madre’; yo estaba jugando en España y en España se utiliza mucho esto de me cago en mis muertos, me cago en Dios y se cagan en todo ser vivo y ser inanimado, y yo agarro este modismo y digo ‘me cago en mi puta madre’, aparte es un grito que yo no tenía consciente, tuve que venir a ver la imagen para ver qué había dicho, en ese momento no tenía idea de qué había escupido como tal”.
– ¿Luego de ser la figura ante Irlanda, te sentiste villano frente a Bulgaria por ser expulsado?
“Sí, sí, por supuesto. Esto del hubiera no se conjuga, pero tú vas palpando los partidos y el partido contra Irlanda, contra Noruega y contra Italia fueron más complicados que el de Bulgaria, eran mucho más rivales los tres del grupo que tuvimos.
“Las grandes selecciones lo palpan y los que no lo somos también, cuándo el rival te ofrece cosas y cuándo te lo vas a chingar, y sabíamos e intuíamos después del empate de Aspe que lo íbamos a ganar y no es que nos confiáramos…
“Teníamos el 1-1 y viene por supuesto esta expulsión. Creo que la segunda amarilla es injusta, pero soy un puñetas porque en la primera le doy chance cuando jalo a Balakov a 80 metros de la portería de Campos, ese fue mi error.
“Terminó el partido y el vestidor era un funeral como tal, estuve viendo el segundo tiempo, los tiempos extra y los penales en el vestidor de nuestro equipo en circuito cerrado porque no teníamos audio, entonces era un tema más angustiante porque no teníamos sonido…
“En mi lectura sin duda alguna que fui villano de la historia, seguro que sí”.
