Más de 30 jugadores de futbol americano de LSU están en cuarentena en un esfuerzo por cortar el brote de COVID-19, según reportó Sports Illustrated; sin embargo, no todos los jugadores aislados han arrojado positivo al virus; algunos se encuentran en cuarentena mientras esperan sus resultados de pruebas.
LSU comenzó entrenamientos voluntarios el 9 de junio.
“Es lo que anticipábamos. Planeamos para esto. Nuestro plan está funcionando del modo en que debe”, dijo Shelly Mullenix, directora atlética asociada senior de salud y bienestar, a AP, añadiendo que ninguno de los jugadores ha presentado síntomas significativos.
“No hemos visto nada que se aproxime a una enfermedad seria, pero nos hemos preparado para ello”, dijo Mullenix. “Lo que tenemos ahora es bastante manejable”.
Mullenix enfatizó que una sola prueba positiva puede llevar hasta a 12 o 15 jugadores a la cuarentena de inicio, por los procedimientos de rastreo de LSU.
“Si nuestro número de cuarentena es alto, significa que nuestros jugadores han estado comunicando no solamente en dónde han estado y con quiénes han convivido, sino también sus síntomas, tal como les hemos instruido”, explicó Mullenix.
Oficiales estatales de salud confirmaron el viernes el brote de al menos 100 casos de COVID-19 que pueden rastrearse a bares de la popular área Tigerland, cerca del campus. El estado pidió con urgencia a aquellos que visitaron la zona a aislarse.
El sábado, Kansas State anunció que había suspendido todas las sesiones de entrenamiento de futbol americano por 14 días, luego de que en una reciente ronda de pruebas, 14 de 130 atletas arrojaron positivo a la enfermedad.
En la semana, el Concejo de la División I de NCAA aprobó un plan de prácticas de seis semanas que tendría a los equipos regresando a la actividad en julio.
