El fiscal del distrito de Atlanta, Paul Howard, informó que se presentaron 11 cargos, entre ellos homicidio, contra Garrett Rolfe, el policía que le disparó dos veces al afroamericano Rayshard Brooks durante un arresto el pasado 12 de junio.
De acuerdo con el fiscal, Rolfe podría enfrentar cadena perpetua en prisión o incluso la pena de muerte. El fiscal sugirió a la corte no otorgarle derecho a fianza.
Las autoridades también acusaron de agresión agravada y otros dos cargos en contra de Devin Brosnan, el otro policía implicado en la muerte de Brooks. En su caso, la fianza sí fue otorgada.
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Las autoridades de Atlanta ordenaron el arresto de ambos oficiales y tienen hasta las 18:00 horas (tiempo local) de hoy para presentarse ante la policía.
El fiscal aseguró que Rayshard Brooks no era una amenaza para los policías, sino que actuó de manera pacífica y siguió las órdenes de los policías durante la discusión de 41 minutos que terminó cuando el oficial Rolfe le disparó.
El fiscal detalló que los oficiales catearon a Brooks y pudieron notar que no portaba armas, tampoco actuó con agresión o violencia. Aclaró que los policías estaban obligados a brindarle atención médica a Brooks inmediatamente después de que le dispararon, pero lo dejaron alrededor de dos minutos en el suelo, Rolfe incluso lo pateó antes de que muriera.
David Brosnan accedió a declarar, convirtiéndose en el primer oficial dispuesto a hablar frente a la corte en contra de un miembro de su mismo cuerpo policial. Además, se declaró culpable por haberse parado en los hombros de Brooks mientras estaba a punto de morir.
Desde el pasado 26 de mayo se desataron protestas en todo Estados Unidos luego de la muerte de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis que lo asfixió con su rodilla.
Los manifestantes exigen desde hace casi un mes una reforma a la ley y el recorte de fondos a la policía, que las autoridades actúen contra el racismo y la violencia policial a la que frecuentemente se enfrenta la población afroamericana.
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La ciudad de Atlanta, en Georgia, registró una nueva oleada de protestas contra la brutalidad policiaca, en las que los manifestantes exigen justicia por el caso de Brooks.
El martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para una reforma policial para prohibir las técnicas de estrangulamiento por parte de la policía, pero que también garantiza proveer de presupuesto a los departamentos de policía de todo el país.
El presidente aseguró que “se opone con fuerza a recortar fondos de los departamentos de policía”. “Creo que hay que darles los recursos necesarios para que puedan servir a las comunidades con los estándares más altos de servicio”, apuntó.
