Simone Biles, la gimnasta más galardonada del mundo en su modalidad, se unió a las deportistas que este lunes presentaron una demanda formal contra el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC, en inglés) por abuso sexual.
La reina de la gimasia femenil espera competir de nuevo en los Juegos Olímpicos de Tokio. Biles inscribió su nombre por primera vez en una demanda por abuso sexual que le obligará a presentarse ante los tribunales de justicia.
Se une a deportistas olímpicos como Madison Kocian, Aly Raisman, McKayla Maroney, Kyla Ross, Jordyn Wieber y Jamie Dantzscher. Junto con otras 140 víctimas de agresión sexual del médico del equipo nacional estadounidense Larry Nassar, presentaron una moción para solicitar el testimonio de directivos olímpicos actuales y pasados.
En enero de 2018 Biles hizo su primera declaración en Twitter que revelaba que Nassar la había agredido sexualmente. Ocurrió entrenaba y competía para el equipo de Estados Unidos, cerca de Houston, donde reside la deportista.
BILES, UN NOMBRE FUERTE
La demanda del lunes marca la primera vez que Biles se identificó públicamente como demandante en la acción civil en curso. Eso la coloca en la posición única de demandar a las mismas entidades que sancionan su deporte.
La moción presentada en la corte federal de bancarrota en Indianápolis busca el testimonio de, entre otros, Susanne Lyons, la actual presidenta de la USOPC. También el de Scott Blackmun, exCEO de la organización, y Alan Ashley, el exjefe de rendimiento deportivo.
En febrero pasado los abogados que representan al organismo rector del deporte, USA Gymnastics (USAG), propusieron una oferta de solución de 215 millones de dólares en el caso de bancarrota federal.
Esa oferta, rechazada por las más de 140 víctimas de Nassar, se supedita a que estas libraran al USOPC de cualquier reclamación actual o futura.
UN CASO ENREDADO
El acuerdo significaría no solo que el USOPC no sería responsable financieramente de compensar a las víctimas de abusos de Nassar. También implicaría que los directivos actuales y anteriores de la organización no tendrían que ofrecer declaraciones judiciales.
“La intención es proteger a las víctimas. Que ante la justicia y el público se conozca la verdad de lo que el USOPC sabía sobre el abuso sexual de sus atletas”, reclama la documentación oficial dada a conocer este lunes en la corte.
En una audiencia telefónica la semana pasada, Robyn L. Moberly, juez principal del Tribunal de Bancarrotas de Estados Unidos en el Distrito Sur de Indiana, dijo que sería un beneficio “enorme” para el USOPC si una propuesta de acuerdo de solución liberara a la organización de cualquier demanda.
El informe se publicó por primera vez en el Orange County Register.
Según una investigación realizada en nombre del entonces USOC (la organización ha sido renombrada para incluir atletas paralímpicos) por la firma de abogados Ropes & Gray, con sede en Boston, tanto Blackmun como Ashley fueron informados sobre las agresiones sexuales de Nassar a gimnastas del equipo nacional de Estados Unidos en julio del 2015 por el exCEO de USAG, Steve Penny.
Nassar ya ha sido condenado por sus crímenes y cumple condena de 175 años en prisión. Renunció como coordinador médico nacional de USAG en septiembre del 2015. Continuó tratando a los pacientes en su papel de médico osteopático en la Universidad Estatal de Michigan hasta septiembre del 2016.
