Fisco, Covid-19 y tú en el 2020

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Foto: Especial

Por Enrique Pons Franco

La semana pasada les comenté que todo cambió desde la llegada del Covid-19 a nuestras vidas y a nuestro país, haciendo referencia en aquel momento, al denominado home office. Pero también pegó, y duro, en la relación de los contribuyentes (o sea, nosotros) con el gobierno (el SAT, y sus hermanos menores en los estados de la República y en los más de 2 mil 458 municipios y 16 alcaldías).

Cuando el Congreso de la Unión reformó recientemente el artículo 28 de la Constitución Federal, restringió aún más las posibilidades para conceder exenciones y condonaciones de impuestos. No vislumbró jamás que podía presentarse una pandemia global como la que nos tocó enfrentar.

Precisamente, la existencia de dichas medidas fiscales bien aplicadas se encuentra justificada para casos como el que ahora nos toca enfrentar. La administración puede tomar medidas de reactivación económica para incentivar los mercados, sea por medio de exenciones o por otro tipo de medidas, tales como las desgravaciones, o en su caso, deducciones.

Hasta el momento, la única medida visible del gobierno federal ha sido el diferimiento en la presentación de la declaración anual de personas físicas. Prorrogó dicho plazo hasta el 30 de junio del 2020, pero no otorgó esta medida a las personas morales.

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El artículo 73 del Código Fiscal de la Federación contempla un relevo de las multas, ante el incumplimiento de obligaciones fiscales. Este aplica cuando derive de un caso fortuito o de fuerza mayor. Por ello, considero que aún queda latente una posibilidad para los empresarios constituidos como personas morales y que no hayan presentado su declaración fiscal en tiempo y forma, como consecuencia de los efectos del Covid-19.

Sin embargo, toda la presión para exigir medidas fiscales de apoyo ha sido dirigida al gobierno federal. No se ha tomado en consideración que los estados de la República, la Ciudad de México, así como los municipios y alcaldías pueden (y deben) sumarse para la reactivación después del desastre.

Por ejemplo, les cuento algunas medidas que no necesitan mayor voluntad (más que la política) para implementarse. En todos los estados del país se cobra el llamado “Impuesto sobre Nóminas”, a mi parecer, una de las maneras más absurdas que han encontrado los gobiernos locales para meter la mano en el bolsillo del contribuyente. Su objetivo es que los empresarios paguen un porcentaje (alrededor de 2.5%) al gobierno por lo que gastan durante el año como consecuencia de dar empleo.

Mantener ese impuesto en los estados del país, ante esta nueva realidad parece bastante absurdo frente las cifras de desempleo que nos dejó la pandemia.

Pero aún hay más. También cada vez que viajamos y hacemos uso de un servicio de hospedaje, tenemos que pagarle al gobierno local un pequeño porcentaje. La cifra se determina tomando como base el monto de lo que te costó tu habitación de hotel; eso, además del IVA. A esa contribución se le conoce como “Impuesto sobre Servicios de Hospedaje”, y también impacta directamente en los bolsillos de los contribuyentes. Así que imaginemos que, en un destino con alta demanda turística, como Cancún, Acapulco, Los Cabos o Puerto Vallarta, los gobiernos locales deciden no cobrar esos dos impuestos. Sería poner un granito de arena desde lo estatal para ayudar a la reactivación económica.

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Por último, debo decirles que los municipios y las alcaldías, tampoco “cantan mal las rancheras”. Casi todos tienen la mala, pésima y corrupta costumbre de cobrar a los empresarios las famosas “licencias de funcionamiento”. Están prohibidas desde hace años por la Ley de Coordinación Fiscal y salvo contadas excepciones pueden requerirlas (por ejemplo, a los giros que venden bebidas alcohólicas). Pese a esto, de manera anual o semestral, cobran de forma indebida y generalizada a cualquier empresario o locatario de mercado público. Quizá la pandemia podría servir para exigir a los alcaldes que pongan punto final a dicha mala práctica.

Como siempre, se me terminó el espacio, pero nos leemos la próxima semana.

Los espero en mis redes Facebook Enrique Pons Franco y Twitter @enrique_pons

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