El jugador de segundo año y All-Star de los Atlanta Hawks, Trae Young esperaba que su equipo fueran incluido en el reinicio de la temporada de la NBA en el que 22 franquicias fueron ‘invitadas’ a continuar jugando en Orlando; sin embargo los de Atlanta no están incluidos.
“Estaba enojado”, dijo Young en una videollamada el miércoles por la tarde. “Estaba frustrado. Obviamente quería jugar. Entiendo lo que hizo la NBA y respeto su decisión. Pero estoy un poco molesto porque quiero jugar”.
Desde que se detuvieron la temporada el 11 de marzo por el COVID-19, Young pasó la mayor parte de su tiempo en Norman, Oklahoma, donde creció. La semana pasada, el escolta jugó en un partido organizado por la Liga Skinz de Oklahoma City, una competencia de basquetbol organizada que atrae a jugadores profesionales y universitarios en Oklahoma.
“Estaba ansioso por jugar”, dijo Young. “Tenía ganas de jugar. Esa fue en realidad una de las primeras veces que toqué una pelota en mucho tiempo. Quería asegurarme de que era seguro para mí incluso ir a jugar. Ha sido mucho tiempo. No sé cuándo fue la última vez que pasé tres meses sin jugar”, indicó.
El martes, el gerente general de los Hawks, Travis Schlenk, dijo que era una de las personas que había hablado con la oficina de la Liga sobre la organización de alguna forma de competencia fuera de temporada para los ocho equipos que no se incluyeron en la reanudación de la 2019-20.
Young dijo que ha estado en contacto con algunos de sus compañeros de equipo como Cam Reddish, Clint Capela, Kevin Huerter y John Collins sobre reunirse para entrenar en Atlanta o Las Vegas cuando el protocolo de seguridad del coronavirus lo permita.
“No podemos pasar cinco o seis meses sin vernos”, dijo Young. “Estamos tratando de llevar esto a nuevas alturas el próximo año”.
