La disputa sobre el derecho al voto y la seguridad de las elecciones quedó sobre la mesa el martes durante las elecciones primarias en Georgia.
Parece preocupante que el caos muestre un adelanto de lo que vendrá en las elecciones de noviembre, cuando estados en disputa podrían registrar una participación récord.
Algunos demócratas responsabilizaron al secretario de Estado republicano, Mike Pompeo, por las filas con horas de espera, las fallas de las máquinas de voto y el desabasto de boletas.
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La campaña del candidato demócrata a la Presidencia, Joe Biden, lo describió como un suceso “completamente inaceptable“, mientras que los republicanos desviaron la responsabilidad a las autoridades demócratas de los condados de Atlanta.
La jornada planteó temores a que se repita un escenario como el de Florida en el 2000, cuando el estado permaneció en disputa mucho después del cierre de las urnas a causa de sus problemáticas boletas.
Esto podría ocasionar enfrentamientos entre los defensores del presidente Donald Trump y de Joe Biden.
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“El pueblo estadounidense quiere saber que los resultados de unas elecciones reflejan fielmente la voluntad de los votantes”, dijo Justin Clark, abogado de la campaña de Trump.
“La única forma de asegurarnos de que el pueblo estadounidense confía en los resultados es que la gente que puede, vaya y vote en persona”, apuntó.
Con información de AP
