Amazon prohibió el miércoles que la policía estadounidense haga uso de su tecnología de reconocimiento facial durante un año, convirtiéndose en el más reciente gigante tecnológico que se aleja tras ser criticada por identificar incorrectamente a las personas con piel más oscura.
La empresa no dijo por qué tomó la decisión ahora, pero llega en un momento en el que las protestas por la muerte de George Floyd han centrado la atención en la injusticia racial en Estados Unidos y en cómo la policía usa la tecnología para rastrear a las personas.
El martes, IBM dijo que dejaría el negocio del reconocimiento facial y justificó la acción apuntando a las preocupaciones respecto a cómo la tecnología puede utilizarse para la vigilancia masiva y el perfilamiento racial.
Varios grupos de derechos civiles y los propios empleados de Amazon han presionado a la compañía para que deje de vender su tecnología, llamada Rekognition, a las agencias gubernamentales, diciendo que podría usarse para invadir la privacidad de las personas y atacar a las minorías.
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“La decisión de Amazon es un paso simbólico importante, pero no cambia realmente el panorama del reconocimiento facial en Estados Unidos, ya que no es un jugador importante”, dijo Clare Garvie, investigadora del Centro de Privacidad y Tecnología de la Universidad de Georgetown.
Garvis encontró en los registros públicos que únicamente dos agencias de Estados Unidos utilizan o están probando la tecnología de Amazon.
