“Vine a las protestas porque soy negra y estoy cansada de ver a mi gente siendo asesinada”, expresa Jessica, una joven afroamericana, para Latinus durante las manifestaciones el sábado en Washington, DC. “Honestamente, lo que quiero es la abolición del sistema policíaco y que esos recursos se vayan a controles criminales comunitarios.”
La idea de Jessica no es un deseo aislado. Las propuestas que van desde reformar las corporaciones policiales hasta reducirles el presupuesto o incluso abolirlas, han proliferado en Estados Unidos durante los últimos años. Tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis y el estallido de protestas sociales en más de 700 ciudades, la exigencia de reducir el sistema policiaco se ha esparcido todavía más, convirtiéndose en una consigna popular en cantos, playeras y pancartas durante las manifestaciones.
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El 30 de mayo, la organización Black Lives Matter publicó una petición llamando a retirar fondos de las policías locales. Entre las firmas que han conseguido se encuentran las de personalidades como John Legend, Megan Rapinoe, Lizzo, The Weeknd, Jane Fonda y Natalie Portman.
¿Por qué quieren abolir la policía?
La palabra no es trivial. Abolir es el mismo concepto que se usó para terminar con la esclavitud en América. Y es justamente en la esclavitud de donde se originaron las primeras corporaciones policiacas en el país: como organizaciones dedicadas a arrestar a afroamericanos que huían de sus dueños en busca de libertad.
El patrullaje activo – en el que policías recorren las calles buscando delitos en lugar de esperar a que haya denuncias – tiene un enfoque racista, según explican los promotores del desmantelamiento de las policías. Funciona con base en prejuicios. Los patrullajes se hacen primeramente en vecindarios de afroamericanos y las conductas sospechosas no se evalúan igualmente para negros que para blancos.
Aunque los afroamericanos representan solo el 13% de la población del país, 43% de las personas detenidas antes de un juicio son negros. El sesgo racial es todavía mayor cuando se habla de brutalidad policiaca. 6 de cada 10 casos en los que los policías ejercen violencia física, quien la sufre es un afroamericano.
La crítica sugiere que el sistema está mal desde sus bases y no es algo que se pueda resolver con reformas procedimentales. Lo que se necesita es construir un nuevo modelo desde cero.
El plan detrás de la propuesta
Aunque se trata de una propuesta radical, sus defensores señalan que tienen un plan para acompañarla. La idea es que el dinero ahorrado al recortar el financiamiento o desaparecer la policía pueda usarse para otros fines de prevención del delito basados en mecanismos comunitarios: vigilancia vecinal, trabajadores sociales, servicios de salud mental, educación y empleo.
El presupuesto destinado a la policía en Estados Unidos ha aumentado de 42 a 115 mil millones de dólares entre 1997 y 2017. En la mayoría de las ciudades, este gasto comparado con otros servicios es desproporcionado. Los Ángeles es tal vez el mejor ejemplo, donde el 54% del presupuesto libre de la ciudad se invierte en equipo, sueldos y operaciones policiacas. La coalición Black Lives Matter LA está presionando para que los fondos en este rubro se reduzcan a sólo el 5.7% del presupuesto y que el resto se destine a servicios sociales comunitarios.
Hoy en día existen más de 18 mil corporaciones de policía en el país que llevan a cabo labores desde investigar al terrorismo internacional, hasta hacer revisiones de rutina de bienestar en las casas, vigilar actividades escolares y acompañar a las personas que viven en la calle al autobús para que duerman en los refugios temporales. Cada vez más funciones comunitarias son absorbidas por la policía.
“No necesitamos una policía escolar, necesitamos asesores y programas de justicia restaurativa. No necesitamos policías encargadas de las personas en situación de calle, necesitamos vivienda integral, residencias en centros comunitarios y trabajadores sociales.” Escribió en la revista Mother Jones Alex Vitale, coordinador del proyecto “Policías y Justicia Social” del Brooklyn College.
¿Es realista esta propuesta?
La idea tardó años en empezar a tomarse en serio pero las protestas masivas en todo el país, las peticiones en línea y el debate público detonado en medios y redes sociales han sido presión suficiente para que autoridades empiecen a tomar medidas en este sentido.
El domingo, nueve miembros de la asamblea de Minneapolis anunciaron su compromiso de desmantelar la policía de la ciudad, responsable de la muerte de George Floyd. Con estos nueve votos, la propuesta tendría una mayoría suficiente para que la propuesta fuera aprobada sin posibilidad de ser vetada.
En Los Ángeles, el alcalde Eric Garcetti ha anunciado un redireccionamiento de hasta 150 millones de dólares de la policía para programas en beneficio de personas negras y latinas. Compromisos similares, han sido asumidos por autoridades en San Francisco, Philadelphia, Portland y Nueva York.
No todos coinciden
Aunque la idea ha ido ganando terreno, hay todavía mucha resistencia por parte de funcionarios de todos los niveles y de ambos partidos. El secretario en funciones de Seguridad Nacional, Chad Wolf, dijo durante una entrevista en Fox News el domingo que quitarle fondos a la policía era una “sugerencia absurda.” Ese mismo día, el fiscal General de los Estados Unidos dijo en entrevista para la cadena CBS que no creía que hubiera racismo sistémico en la policía. Los alcaldes de Miami, Sacramento y Chicago han rechazado la iniciativa.
Trump y Biden rechazan quitar fondos a la policía
El Presidente Trump señaló durante una reunión con agentes de seguridad “no habrá recortes al financiamiento. No habrá desmantelamiento de nuestra policía…” Y aunque en un primer momento el presidente intentó usar esta propuesta como un arma para atacar a su contrincante en la contienda presidencial, Joe Biden también se ha posicionado en contra.
“No, no apoyo que se quiten fondos a la policía” dijo el candidato el lunes durante una entrevista. Y, aunque se dice sensible a las preocupaciones de quienes piden tomar medidas más drásticas, Biden ha insistido en que lo que se necesita es una reforma de fondo, más que la construcción de un nuevo modelo. Voceros oficiales de su campaña incluso han hablado de aumentar los fondos destinados a los cuerpos policacos a fin de que puedan implementar los cambios y realizar las capacitaciones necesarias.
