EFE
El público accederá sin restricciones en la nueva liga de rugby de Nueva Zelanda, la Investec Super Rugby Aotearoa, que comienza el sábado en Dunedin.
La Federación ‘kiwi’ (NZR) confirmó que no se limitará el acceso de los seguidores.
El Forsyth Barr Stadium de Dundedin se podrá llenar sábado y domingo en el enfrentamiento entre los Blues y los Hurricanes en Eden Park.
El Gobierno del país confirmó que Nueva Zelanda pasa al nivel de alerta 1 esta medianoche.
Eso permite que se levanten las restricciones para las reuniones masivas, incluso en los estadios.
Mark Robinson advirtió de que este anuncio es una magnífica noticia para el rugby y un “gran impulso” para esta competición que disputarán cinco franquicias.
“Estamos orgullosos y agradecidos de ser la primera competición deportiva profesional del mundo que vuelve a jugar delante de sus aficionados.
“Va a ser una competición muy especial y única y es apropiado que los neozelandeses tengan ahora la oportunidad de ser parte de ella”, comentó.
Chris Lendrum, jefe de rugby profesional de la Federación de Nueva Zelanda, explicó que esta autorización para que ingrese el público sin restricciones implica que se cambiarán los horarios de los encuentros para facilitar la asistencia de los seguidores.
Con ello, los equipos podrán preparar los encuentros con normalidad y no viajarán imperiosamente los días de los partidos.
Será la primera vez desde que comenzó la pandemia mundial de COVID-19 que un partido de rugby profesional se dispute con asistencia en masa de público.
La Liga se desarrollará durante diez semanas con la participación de Blues, Chiefs, Hurricanes, Crusaders y Highlanders, con partidos en casa y fuera.
