La ciudad de Nueva York anunció el domingo el fin del toque de queda impuesto cada noche desde el pasado lunes, tras la nueva jornada de protestas pacíficas contra el racismo y la violencia policial.
“Vamos a levantar el toque de queda, con efecto inmediato”, informó en redes sociales el alcalde Bill de Blasio, quien destacó que en la víspera las protestas mostraron “lo mejor de nuestra ciudad”.
Miles de personas estaban el sábado en las calles de varios distritos de la Gran Manzana para continuar con las movilizaciones iniciadas tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis.
Aunque algunos manifestantes volvieron a desafiar el toque de queda, en esta ocasión la policía permitió que las marchas continuaran sin intervenir, después de haberlo hecho con mucha contundencia en días previos.
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De acuerdo con medios locales, en la jornada hubo más de 70 arrestos, cifra muy lejana a los más de 700 que hubo el lunes.
“Continúen manteniéndose seguros. Continúen cuidando los unos de los otros”, dijo a los neoyorquinos De Blasio, quien en los últimos días estaba siendo presionado por otros demócratas de la ciudad para que pusiese fin al toque de queda.
Para los críticos de la medida, ésta únicamente estaba criminalizando las protestas pacíficas y llevaba a choques innecesarios entre la policía y los manifestantes.
El toque de queda, el primero en la ciudad en más de 75 años, se estableció el pasado lunes tras varias noches de disturbios y saqueos en medio de las protestas.
El martes, De Blasio había anunciado que la medida continuaría al menos hasta el domingo, por lo que su decisión adelanta su final en un día.
