En un día caluroso y húmedo en Washington, miles de manifestantes se reunieron en el Capitolio, en el National Mall y en vecindarios residenciales. Muchos grupos se dirigieron hacia la Casa Blanca, donde estaba el presidente Donald Trump.
Los vehículos militares y los oficiales vestidos de civil cerraron gran parte del centro de Washington para el tráfico antes de la marcha prevista, que las autoridades estimaron que atraería a hasta 200 mil personas indignadas por la muerte de George Floyd hace 12 días a manos de la policía en Minneapolis.
Leer más: Realizan el segundo funeral de George Floyd en su ciudad natal
La multitud estalló en aplausos cuando la alcaldesa Muriel Bowser caminó por la parte de la calle 16 que renombró Black Lives Matter Plaza.
Art Lindy, un ciudadano de Washington de quinta generación, gritó “vicepresidenta Bowser” mientras la alcaldesa paseaba. Lindy aplaudió la desafiante actitud de Bowser ante las acciones de Trump.
Bowser “ha hecho un trabajo increíble frente al poder federal”, dijo el gerente de construcción de 56 años.
Las protestas hoy se sienten muy distintas a los días anteriores. A la solemnidad y el coraje se le integró la música y puede verse gente bailando y tocando en todos lados.
En la iglesia de Saint John, donde Trump se tomó una foto con la Biblia -razón por la que desalojaron a los manifestantes con gases y balas de goma- se instaló un puesto de fotos gratuitas.
Irene y Moisés llegaron de la Ciudad de México a New Jersey hace 25 años. Sus hijas nacieron en la Unión Americana. Hoy salieron a protestar contra la brutalidad policiaca en EU mientras recuerdan con dolor a su tío, un activista agrario desaparecido por policías en México en 1978.
“Es lo mismo en todas partes”, se lamentan.
Leer más: Miles de personas se manifiestan en Los Ángeles rodeadas por militares
Washington ha visto protestas diarias durante la semana pasada, en gran parte pacíficas. La Casa Blanca ha sido fortificada con nuevas cercas y precauciones de seguridad adicionales.
La organización World Central Kitchen, del célebre chef migrante José Andrés, está repartiendo comida para los manifestantes.
El sonido de los manifestantes se escuchó el sábado desde la mansión ejecutiva. Trump no tuvo eventos públicos en su agenda diaria.
Las protestas se extendieron a su complejo de golf en Doral, Florida, a las afueras de Miami, donde se reunieron alrededor de 100 manifestantes. La manifestación fue organizada por latinos adheridos al movimiento Black Lives Matter.
Con información de agencias
