Foto: Reuters
En Estados Unidos, donde las protestas habían estado marcadas por episodios de ilegalidad a principios de esta semana, la relativa tranquilidad continuó por segunda noche consecutiva este miércoles después de una decisión de los fiscales de acusar a los otros tres policías de Minneapolis en la escena de la muerte de George Floyd por ayudar e incitar a un asesinato.
Las autoridades también presentaron una nueva acusación de asesinato más grave, de segundo grado, en comparación con el tercer grado, contra el oficial en el centro del caso, Derek Chauvin.
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Si son declarados culpables, podrían pasar 40 años en prisión.
Los tres oficiales recién acusados por la muerte de Floyd -Thomas Lane, J. Kueng y Tou Thao- debían hacer una primera aparición en la corte el jueves. Chauvin no se presentará ante el tribunal hasta el lunes.
Mientras tanto, en Georgia, un padre y su hijo, blancos, acusados por otro asesinato de un hombre afroamericano, hicieron una aparición en la corte este jueves por video. Un investigador estatal testificó que Travis McMichael, el hombre acusado de dispararle a Ahmaud Arbery, pronunció un insulto racista mientras se paraba sobre el cuerpo de Arbery.
Los nuevos cargos en Minneapolis marcaron una semana sin precedentes en la historia reciente de Estados Unidos, en la que se produjeron protestas pacíficas en gran medida en comunidades de todos los tamaños. Pero fueron sacudidas por estallidos de violencia, incluidos ataques mortales contra oficiales, robos, vandalismo e incendios provocados.
Solo en Minneapolis, más de 220 edificios fueron dañados o quemados, con daños que superaron los 55 millones de dólares, dijeron funcionarios de la ciudad.
A nivel nacional, más de 10 mil personas han sido arrestadas, según un recuento de Associated Press. Se han reportado más de una docena de muertes, aunque las circunstancias en muchos casos aún se están resolviendo.
Desde París y Londres hasta Tel Aviv, Sydney, Johannesburgo y Río de Janeiro, la muerte de Floyd ha desencadenado protestas, con manifestantes que denuncian la desigualdad, la brutalidad policial y otros problemas en sus propios países.
“Es una cuestión de solidaridad. Estamos con nuestros hermanos, internacionalmente, nuestras hermanas también, pero lo mismo está sucediendo aquí. No es diferente”, dijo Isaak Kabenge en Estocolmo.
El abogado de la familia de Floyd, Ben Crump, calificó los cargos adicionales contra los oficiales como “un momento agridulce” y “un importante paso adelante en el camino hacia la justicia”.
Cientos de manifestantes se encontraban en el Washington Square Park de Nueva York cuando se anunciaron los cargos.
“No es suficiente”, dijo el manifestante Jonathan Roldan, insistiendo en que los cuatro oficiales deberían haber sido acusados desde el principio. “En este momento, todavía estamos marchando porque no es suficiente que hayan sido arrestados. Es necesario que haya un cambio sistemático”.
El estado de ánimo en Nueva York se volvió sombrío más tarde en el día después de que un agente de policía en una patrulla fue emboscado por un hombre que se le acercó y lo apuñaló en el cuello. Otros dos oficiales sufrieron heridas de bala en las manos durante la lucha, el atacante se encontraba en estado crítico después de ser baleado por la policía.
El nuevo cargo de asesinato en segundo grado alega que Chauvin causó la muerte de Floyd sin intención. Lleva una sentencia más pesada que la carga de tercer grado, que se castiga con hasta 25 años tras las rejas.
En una protesta en la capital del país, Jade Jones, de 30 años, dijo que las manifestaciones continuarían a pesar de los nuevos cargos.
“Eso es lo menos que podían hacer”, dijo Jones. “No va a eliminar 400 años de dolor”.
Con información de AP
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