Cientos de miles de personas en Estados Unidos salieron a protestar de manera pacífica por la violencia policial y el racismo por octava noche consecutiva. Los manifestantes de varios estados desafiaron los toques de queda impuestos por los gobernadores en un intento por mitigar el caos.
Los manifestantes cantaban consignas como “nosotros venceremos” en el centro de Brooklyn. Afuera del Wrigley Field en Chicago, las multitudes gritaban “manos arriba”.
En Los Ángeles, cientos de personas se reunieron afuera de la casa del alcalde Eric Garcetti, quien se unió a las protestas pacíficas arrodillándose. En Oregon, cientos se recostaron boca abajo en el suelo imitando a la escena de la muerte de George Floyd.
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En días pasados, se vieron saqueos y actos violentos que irrumpieron las protestas pacíficas. El presidente estadounidense, Donald Trump pidió a los gobernadores estatales llamar al ejército para controlar a la “escoria”.
Sin embargo, los gobernadores se resistieron a las peticiones del presidente. En cambio, impusieron toques de queda para evitar que las personas salieran a las calles.
George Floyd, un hombre afroamericano de 46 años falleció en Minneapolis cuando un policía lo asfixió con su rodilla durante varios minutos.
El policía fue despedido y acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. Otros tres oficiales involucrados fueron despedidos, pero no han sido acusados.
