Foto: AP
El equipo de médicos de la Casa Blanca vigiló de cerca el ritmo cardiaco del presidente Donald Trump para detectar posibles efectos secundarios de la hidroxicloroquina que el mandatario tomó por dos semanas para tratar de prevenir el coronavirus.
“El presidente completó el régimen de manera segura y sin efectos secundarios”, escribió el doctor Sean Conley, el médico de la Casa Blanca, en el más reciente examen físico de Trump, que menciona el uso, por parte del mandatario, del fármaco para tratar la malaria.
En general, dijo Conley, Trump mostró pocos cambios respecto a hace 16 meses. Ganó medio kilogramo, pero su nivel de colesterol continuó disminuyendo.
“Los datos indican que el presidente se mantiene saludable“, concluyó Conley.
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Trump tomó hidroxicloroquina durante dos semanas, luego de que dos empleados de la Casa Blanca dieran positivo por coronavirus.
Conley dijo que, durante ese tiempo, el equipo médico del mandatario hizo una “estrecha vigilancia del electrocardiograma”, lo que indica que estaban buscando cambios en los latidos cardiacos. Los ritmos cardiacos anormales son uno de los efectos secundarios peligrosos que se han encontrado en estudios del fármaco.
De acuerdo con el examen físico, Trump pesa 110.6 kilogramos y mide 1.90 metros. Eso le da un índice de masa corporal de 30.5, número ligeramente mayor a partir del cual los médicos consideran que alguien es obeso.
Tiene una frecuencia cardiaca en reposo de 63 latidos por minuto. En adultos, lo normal es tener entre 60 y 100 latidos por minuto y, en general, una frecuencia más baja implica una mejor condición cardiovascular.
La presión arterial del mandatario llegó a 121 sobre 79.
Trump ha mostrado una notable mejora en sus niveles de colesterol durante su presidencia, ayudado por medicamentos. Hace dos años, su colesterol total era de 223. A principios de 2019, la lectura llegó a 196. Ahora, está en 167.
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