Trump presume el manejo de las protestas en Washington D.C. como un ejemplo

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Foto: Reuters

El presidente Donald Trump convirtió a Washington D.C. en un modelo para el uso abrumador de la fuerza, el cual él cree necesario para frenar las protestas que se han registrado en contra del racismo. Sus tácticas fueron fuertemente criticadas el martes por diversos sectores, incluidos algunos de sus aliados republicanos.

La violenta dispersión de una protesta pacífica cerca de la Casa Blanca la noche del lunes fue un fuerte símbolo de las tácticas policiales de Trump y una manifestación física de la guerra cultural retórica que ha librado desde que asumió la presidencia.

Momentos después de que las autoridades despejaran el parque Lafayette, Trump pasó por el lugar para posar con una Biblia frente a una iglesia que resultó dañada en un incendio durante protestas realizadas el día anterior.

“D.C. no tuvo problemas anoche. Muchos arrestos. Gran trabajo de todos. Fuerza abrumadora. Dominio”, tuiteó Trump el martes, después de una jornada en la que fuerzas militares y federales fuertemente armadas se desplegaron en distintos puntos de la ciudad.

“(Gracias presidente Trump)”, añadió.

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El presidente quería tomar medidas agresivas en la capital del país — en donde goza de una autoridad desmedida — para poner el ejemplo al resto de la nación, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca que habló en anonimato. Trump esperaba que su caminata hacia la iglesia, después de que las autoridades federales despejaron el área, enviara un mensaje de cómo se puede restaurar el orden a través de la fuerza.

El mandatario ha amenazado que si los estados no toman medidas suficientes, desplegará a militares en activo en todo el país para reprimir el descontento tras la muerte de George Floyd en Minneapolis.

“Mayoría silenciosa”, tuiteó Trump, apropiándose de una frase que popularizó el presidente Richard Nixon hace varias décadas para asegurar que sus acciones gozaban de un amplio respaldo.

El estatus federal de Washington D.C. le da al presidente una enorme autoridad para actuar, permitiéndole ordenar el despliegue de la Guardia Nacional.

El presidente autorizó al secretario de Justicia, William Barr, supervisar el aumento del despliegue de elementos las fuerzas federales, incluyendo el Equipo de Rescate de Rehenes del FBI y agentes de la DEA.

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