Por Rolando del Bosque
Tener un sueño, contar con el apoyo de la familia y un pequeño impulso pueden ser los cimientos para la consagración en un deporte con poca proyección y crecimiento en México; al final de cuentas, el esfuerzo y trabajo individual rinden frutos.
Es el caso del basquetbolista mexicano Jorge Moreno, quien hace pocos días fue aceptado por la academia Strength N Motion International (https://www.snmotion.com/) para continuar su preparación deportiva y académica en busca de ser reclutado por alguna universidad y lograr su meta máxima: llegar a la NBA.
En entrevista para LatinUS, el nacido en Sonora platica cómo ha sido su naciente, pero satisfactoria trayectoria en las duelas, entre las que se destaca un subcampeonato en la Olimpiada Nacional 2017, categoría 2002-2003.
En aquella ocasión, el juvenil de 2.07 m contaba con sólo 15 años y participó defendiendo al estado de Chihuahua combinado que perdió la Final con Tamaulipas.
“Mi camino en el basquetbol comenzó cuando me invitaron a un torneo hace 2 años e hice un buen trabajo y obtuve una beca para practicar”, recuerda Moreno, quien formaba parte de Latinos SelectBasketball, equipo que compite en los torneos de High School en El Paso, Texas.
Como todo niño, Jorge contó desde el inició con el aliento de su familia para comenzar a soñar en grande y creer en sí mismo; eso, aunado al apoyo de un país como Estados Unidos, que sí valora el talento lo impulsaron a dejar México con sus seres queridos y encontrar en el vecino del norte las condiciones para crecer como atleta y la tranquilidad que los suyos necesitan, ya que su hermano vive con condición de autismo.
“Mi familia ha sido muy importante en todo este proceso porque ellos son los que me ayudan y me motivan a continuar”, explica para LatinUS el ala-pívot, quien antes de jugar basquetbol tenía el futbol como pasatiempo, pero la influencia de su padre lo hizo dar un giro que cambió su vida.
Además de la familia y su amor por México, Jorge tiene un par de basquetbolsitas que lo inspiran a seguir luchando por consumar sus objetivos: Lalo Nájera y Tim Duncan, recientemente elegido para la Clase 2020 del Salón dela Fama del basquetbol.
“Tengo un jugador que me inspira, es Tim Duncan porque sacrificó mucho por su equipo y es una gran persona y me identifico con Eduardo Nájera y lo admiro por ser uno de los mejores mexicanos en la historia del baloncesto”, dice Jorge quien a su corta edad (17 años), es consciente de lo complicado que es para los mexicanos destacar en un deporte ‘estadounidense’.
“La parte más difícil de ser mexicano y jugar baloncesto, es que es muy difícil que algunas personas crean en ti y que no te apoyen, pero lo bueno que logré sobresalir gracias a un equipo que me apoyó mucho”, señala el sonorense.
Por ahora, el prospecto no sabe en qué universidad seguirá sus estudios y su desarrollo en el basquetbol, pero tiene claro que hará lo posible por ser el mejor y llegar a la NBA.
“Mi objetivo en el basquetbol es ser el mejor, mostrar de lo que soy capaz y medirme contra los mejores y sí, sueño con entrar a la NBA todo el tiempo, porque es donde están los mejores y quiero ser uno de los mejores”, finalizó.
