El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, arremetió el domingo contra el sistema de justicia de la nación al iniciar su tan esperado juicio por corrupción, y acusó a la Policía y los fiscales de conspirar para “derrocar el Gobierno”.
Los comentarios de Netanyahu abrieron lo que seguramente será un período tumultuoso para Israel, ya que se convierte en el primer primer ministro del país en ser juzgado.
“Quieren grabarme en la Corte como parte de su propaganda, pero yo quiero que la gente vea la imagen completa, que conozca todo”, afirmó Netanyahu, defendiendo que el juicio se retransmita en directo para que la opinión pública vea y escuche directamente lo que ocurre.
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Netanyahu enfrenta cargos de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos en una serie de casos de corrupción.
Al primer ministro israelí se le acusa de aceptar regalos lujosos y de ofrecer favores a magnates de los medios a cambio de una cobertura favorable de él y su familia. Él niega los cargos.
“Lo que se está juzgando hoy es un esfuerzo para frustrar la voluntad del pueblo, para derrocarme a mí y al campo de la derecha”, denunció Netanyahu minutos antes de que iniciara esta primera vista.
Cuando llegó al juzgado, renovó sus afirmaciones de que es víctima de una profunda conspiración de tipo estatal por parte de los medios, la Policía, los fiscales y los jueces que lo expulsaron.
“El objetivo es deponer a un primer ministro fuerte y de derecha, y así eliminar el campo nacionalista de la dirección del país durante muchos años”, declaró.
Los tres jueces del tribunal que se encargarán del caso convocaron la próxima audiencia preliminar para el 19 de julio.
