OPINIÓN. ¿El futbol o la vida?

Para nadie es un secreto que en el futbol mexicano el modelo económico está muy por encima del deportivo y de cualquier otra cosa; sin embargo, parece que esta vez la salud le ganó la partida al dinero.

Se intentó por todos los caminos posibles reanudar el Torneo Clausura 2020, en el entendido de que la cancelación definitiva supone pérdidas de miles de millones de pesos, pero ni los tiempos ni la pandemia lo permitieron.

Que en medio de este encierro que parece interminable, los aficionados al futbol quieren, necesitan a uno de los distractores principales, es una realidad, pero otra igual de grande es que de momento la pelota no tiene prioridad.

Hace algunos días, Jorge Valdano escribió en su columna del diario ‘El País’, que al futbol “lo necesitamos como una de vigas que sostiene la felicidad”… Una de las vigas, los pilares y el esqueleto completo, ciertamente. Pero hoy toca resistir sin este ‘elemento‘ vital. Al menos si de la Liga MX se trata.

El pasado fin de semana, el regreso de la Bundesliga alimentó la esperanza de que paulatinamente rodará el balón en distintos países, pero no debe perderse de vista que cada uno tiene sus particularidades en cuanto al desarrollo de la pandemia. Y en el caso de México resulta evidente que se están viviendo momentos críticos al respecto.

Por ende, las propuestas de jugar en una sola sede, ya sea Guadalajara o Monterrey; llevar a cabo fechas dobles y una Liguilla exprés; o dejar sin vacaciones a los futbolistas para terminar un torneo e iniciar el otro de forma inmediata, no caminaron. No hay manera.

El futbol volverá, eso está claro, pero lo hará cuando pueda volver. Y no lo van a decidir ni las poderosas televisoras ni los millonarios directivos que saben poco y nada del juego, pero están –se entiende– sumamente preocupados por la inminente crisis económica que golpeará al balompié nacional. De nuevo: regresará en el momento que ninguna vida esté en riesgo.

A lo largo de este ir y venir de posturas sobre cancelar o aventurarse a una reanudación, como suele ser una costumbre en la Liga MX, al jugador se le ha escuchado poco y nada. Escasas voces como la de Guillermo Ochoa, se han pronunciado al respecto: “Más allá de futbolistas somos personas y queremos cuidar a nuestra familia y gente… No sería válido que nos expongan por jugar futbol”.

O Rafael Baca, mediocampista de Cruz Azul, que desde antes de este jaloneo fue contundente: “(Lo ideal) sería terminar el torneo y empezar el siguiente con todo, teniendo esa seguridad de que vas a estar bien, que no vas a estar preocupado por tu familia, porque obviamente tienes que viajar, tienes que andar transportándote de aeropuerto en aeropuerto, de hotel en hotel, moviéndote a ciertos lugares”.

Hace algunas semanas, los directivos desaparecieron la Liga de Ascenso de un plumazo, sin importar las afectaciones a miles de familias; y en estos días no durmieron tratando de encontrar la fórmula mágica para reanudar las siete jornadas restantes del Clausura 2020, otra vez pasando por alto la voluntad de los protagonistas. Es el negocio, pero todo apunta a que, ahora sí, perdió este partido.

Autor | Daniel Montes de Oca

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