Por Zaritzi Sosa
Entrar en el corazón del americanismo no es tarea sencilla; sin embargo, Michael Arroyo enamoró a los azulcremas con sus gambetas, pero, sobretodo, con su oportunismo.
Su rol en las Águilas siempre fue el de relevo estelar o revulsivo. Y es que el ecuatoriano acostumbró a los aficionados a ser el ‘salvavidas’ del equipo cuando se encontraba en momentos complicados, en su etapa de 2014 al 2017 cuando vistió de azulcrema.
Por ejemplo, la Final ante Tigres en el Apertura 2014, donde el sudamericano marcó un golazo que sirvió para que las águilas igualaran el global ante los regios, y posteriormente se coronaran.
O cómo olvidar un doblete de tiro libre en el BBVA que a punto estuvo de colocar al América en otra Final de Liga en el Clausura 2016.
Fueron recurrentes las intervenciones heroicas de Arroyo como americanista, situación que lo ha llevado a ganarse un lugar especial entre la afición.
Tal fue su efectividad como jugador del América, que no hace mucho desató la polémica entre los seguidores azulcremas cuando en redes sociales se habló de un un posible regreso de Rubens Sambueza al nido . Y es que para muchos, el aporte del ecuatoriano fue más valioso que el de argentino.
No obstante, el presente de ‘Micky’ no es el mejor, debido a que recién superó una suspensión de un año sin actividad deportiva impuesta por la Federación Ecuatoriana de Futbol, tras dar positivo a una sustancia prohibida (hidroclorotiazida), jugando para el Barcelona de Guayaquil.
Esta no fue la primera vez que tuvo una indisciplina, ya que en 2007, cuando recién iniciaba su carrera, dio positivo en un doping por el consumo de marihuana, por lo que la FEF lo suspendió por dos años. El castigo se redujo a un 25 por ciento y volvió a las canchas en 2008
Luego de su paso por Deportivo Quito, emigró a México para jugar primero con San Luis, después Atlante, regresó a Ecuador, y posteriormente fue cuando el América se interesó por sus servicios.
Los buenos momentos en las Águilas no fueron suficientes para cerrar su etapa en el Nido, ya que con pocos minutos y cada vez más problemas internos, fue el momento de decir adiós para probar suerte en el futbol brasileño con el histórico Gremio de Porto Alegre
Las lesiones impidieron que mostrara su picardía en Brasil, situación que lo orilló a regresar a su país natal para reencontrarse como futbolista.
En la actualidad, sin actividad futbolística, Michael se ha unido a un grupo de cristianos llamados los ‘Atletas de Cristo’, con el objetivo de dejar de lado todo los ‘vicios’ que lo alejaron del balompié, y está a la espera de poder volver a la cancha con algún equipo profesional.
