El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, tiene varias acusaciones por uso indebido de recursos del gobierno.
Ahora, la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de despedir al inspector general del Departamento de Estado, Steve A. Linick, le dio a los demócratas una nueva arma para ahondar en el tema.
Trump despidió a Linick, quien dirigía a cientos de empleados en una investigación de fraudes en el Departamento de Estado.
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La indagatoria se centra en el posible mal uso que Mike Pompeo dio a los agentes de seguridad federal para diplomáticos, cuyos sueldos se pagan con los impuestos de los contribuyentes estadounidenses.
En el verano pasado, el Congreso comenzó a inspeccionar ciertas quejas sobre Pompeo: lo acusaban de pedir a agentes de seguridad federal realizar tareas que no les correspondían.
Por ejemplo, recoger pedidos de comida para llevar o dejar al perro en el veterinario.
En octubre, un senador demócrata llamó a una investigación especial sobre el uso que Pompeo daba a los aviones y fondos del Departamento de Estado. En cada acusación, Pompeo negó haber actuado mal.
Sin embargo, los detalles de la investigación de Linick no están claros. Los demócratas advierten que las acusaciones muestran un patrón de abuso del dinero del pago de impuestos de contribuyentes.
Esto podría significar que los legisladores estén menos dispuestos a darle a la administración de Trump el beneficio de la duda. Por lo tanto, investigan los motivos del despido de Linick.
Ahora, los demócratas buscan determinar si el despido fue una represalia ilegal para proteger a Pompeo de la responsabilidad.
Además, los demócratas ya exigieron a Pompeo entregar registros sobre el uso de agentes federales.
