Manual de Higiene y Seguridad de MLB establece estrictos protocolos ante una eventual reanudación

La MLB presentará un plan a los jugadores para iniciar la temporada 2020 en julio. (Foto: EFE)
Los jugadores tendrán que cambiar completamente sus rutinas dentro y fuera del diamante. (EFE)
Aunque el documento aún no es oficial, la Liga establece que la clave está en realizar tests constantes a los involucrados en el juego.

El plan de las Grandes Ligas para regresar a jugar incluye hacer unas 10 mil pruebas de COVID-19 por semana, acondicionar estadios y reglas de distanciamiento social en los juegos, así como estrictas reglas diseñadas para prevenir cualquier brote, esto de acuerdo con el borrador del Manual de Seguridad e Higiene que ha trascendido.

El escrito, al cual todavía le faltan varias secciones, tendrá unas 67 páginas cuando esté completo, aunque que cuenta con varios requisitos que pudieran parecer demasiado complicados considerando un regreso a los entrenamientos en junio para un inicio de la temporada en julio.

Aún con el nivel de detalle del manual, varios involucrados que lo han visto, se muestran escépticos ante la viabilidad de implementarlo, especialmente con tan poco tiempo disponible. Aunque es muy específico en varias preceptos, varias preguntas quedan sin responder, algo que tendrán que resolver entre la Liga y el Sindicato.

Por ahora, el documento cubre las pruebas a jugadores, viajes, ajustes dentro del estadio, cambios dentro del juego, entre otros. Jugadores y personal del equipo que no participen en el duelo deberán sentarse en las gradas, separados por al menos dos metros de distancia. Los choques de palmas y puños, y abrazos estarán prohibidos, así como los escupitajos, mascar tabaco y flores de girasol. Los lanzadores tendrán su propio set de pelotas durante las sesiones de bullpen. Los jugadores no podrán bañarse en los estadios después de los juegos, y no tendrán permitido tomar taxis o apps para irse a casa.

Además, MLB dividiría a los individuos en grupos de seguridad con los peloteros, personal en el campo y personal médico en el Grupo 1, mientras el Grupo 2 se compondría de otros empleados esenciales, incluyendo ejecutivos y directivos; ambos grupos tendrán pruebas constantemente. Cerca de 100 personas estarán en estos dos grupos, mientras el personal que no necesariamente interactúa con ellos, como gente de limpieza y seguridad del estadio estarán en un tercer sector.

Los jugadores serán sometidos a controles de temperatura diarios, incluido uno en casa antes de salir hacia el estadio. La Liga evaluará también a los Grupos 1 y 2 varias veces a la semana, pues el documento afirma que las pruebas son un componente crítico en el regreso del juego; los familiares también serán analizados.

El reglamento menciona también que la Liga ofrecerá diagnósticos y pruebas para los trabajadores de la salud o personal de emergencia en las ciudades de los clubes.

Aquellos que den positivo serán aislados de inmediato, aunque no se especifica qué pasará si alguno de los primeros dos grupos, quienes son los que tienen permitido viajar, es diagnosticado con coronavirus fuera de casa. Para poder regresar al equipo, la personas deberán tener dos tests negativos, ningún síntoma y el visto bueno del personal médico.

Si bien el documento menciona que los individuos de alto riesgo pueden elegir no jugar, no menciona otro tipo de población.

Los jugadores tendrán que usar máscaras en todos lados excepto en el campo y durante alguna actividad física de calentamiento. Sus rutinas fuera del estadio también cambiarían, particularmente en los juegos de visitantes, donde tendrían prohibido abandonar el hotel para comer en restaurantes. Incluso en casa, a los Grupos 1 y 2 se les pedirá no acudir a lugares concurridos.

“Aunque la MLB no restringirá las actividades de los involucrados cuando no estén en el trabajo, espera que los miembros de cada equipo actúen de manera responsable. Las acciones irresponsables de un solo miembro, ponen en peligro a todo el equipo y a sus familias”, reza el manual.

Por último, el plan detalla un segundo entrenamiento primaveral dividido en tres fases, donde pitchers y catchers se reportarían antes, luego los peloteros de posición. La tercera etapa incluye jugar un número limitado de juegos de exhibición para dar paso a la campaña regular.

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