La administración del presidente estadounidense, Donald Trump, expulsa rápidamente del país a los migrantes jóvenes bajo una declaración de emergencia que cita a la pandemia del Covid-19.
Sólo en abril, la medida se aplicó a alrededor de 600 menores, donde muchos son niños de hasta 10 años, incluso enviados por sus padres desde campos de refugiados en México.
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Los migrantes jóvenes, en búsqueda de asilo, cruzan el Río Grande y trepan la maleza para entrar a Texas. Muchos son adolescentes que abandonaron América Central por su cuenta.
Si tienen familiares en Estados Unidos, la ley normalmente les permitiría vivir con ellos hasta que sus casos sean revisados por los tribunales de migración, pero ahora son expulsados.
Las agencias fronterizas advirtieron que tienen que restringir las solicitudes de asilo y los cruces fronterizos durante la pandemia con el fin de evitar la propagación del virus.
Pero los defensores de los migrantes lo llaman un pretexto para prescindir de las protecciones federales para los niños.
Las expulsiones son la última medida administrativa destinada a prevenir la entrada de niños migrantes a Estados Unidos.
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A su vez, son el seguimiento para programas como la política de “tolerancia cero” que resultó en separaciones de miles de familias.
Además, a causa de la pandemia del Covid-19, se han denunciado brotes de contagios e incluso muertes de migrantes en centros de Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.
Con información de AP
