“El vestido es la expresión de la sociedad”, decía el escritor Honoré de Balzac. Una frase que ahora toma fuerza cuando todo el mundo utiliza el cubrebocas sanitario para hacer frente a la pandemia. Ese trozo de tela, sin embargo, ahora está pasando de ser una necesidad a ser una tendencia.
Además de ser un elemento indispensable para hacer frente a la crisis sanitaria, el cubrebocas está captando el interés de las firmas de moda, las cuales están esforzándose por presentar versiones atractivas, simpáticas y optimistas. Algunas incluso están produciendo modelos de alta gama.
¿Se convertirá el cubrebocas en un nuevo complemento de moda?
“Sí, absolutamente”, dice a EFE el diseñador español Yvan Andreu, quien creó una mini colección para que sus clientes se sientan “guapos y modernos en un momento en el que debemos extremar las precauciones higiénicas”.
Los cubrebocas están confeccionados con tres capas de tejidos, son repelentes al agua e “incluyen un bolsillo para poder introducir un filtro protector y así reforzar la filtración del aire”, añade Andreu, quien detalla que hizo tres diseños distintos.
Mientras las autoridades sanitarias debatieron sobre el uso obligatorio o no de los cubrebocas, el mundo de la moda ideó diseños atractivos con alma solidaria.
Marina Conde, directora creativa de La Condesa, no paró de confeccionarlos. Todo empezó el 20 de marzo cuando escribió en Instagram: “¡Si se cree ese bicho que por llevar corona nos va a intimidar, no sabe con quién está tratando!”.
El reto la llevó a fabricar modelos reutilizables, lavables, con filtros de algodón y estampados o lisos. “Por cada uno que se compre, dono otro”, dijo la diseñadora en su cuenta de Instagram.
Juana Martín ideó unos cubrebocas con propiedades antibacteriales. Además, los modelos reutilizables en los que ha impreso su sello flamenco son repelentes a los líquidos y transpirables.
Con algodón cien por cien orgánico, estampado con lunares blancos y fondo negro, estos cubrebocas “resisten un mínimo de 5 lavados a 60º manteniendo el 100% de protección”, señaló la diseñadora española.
A estos diseños se suman otros de talla más pequeña para niños entre 3 y 6 años, y para los mayores de 9 a 12 años. En esta misma línea, la empresa Mr. Bro impulsa la venta de cubrebocas solidarios para niños.
“Una protección que ha venido para quedarse”, advierte este negocio español, que destina una tercera parte de las ganancias de cada venta a la confección de nuevos cubrebocas que serán donados a diferentes farmacias para que se repartan entre familias vulnerables.
Este accesorio se ha instalado en nuestras vidas y gran parte de la sociedad ha decidido apostar por modelos coloristas y vitales, definitivamente menos aburridos.
Con información de EFE
