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La Corte Suprema de Wisconsin anuló el miércoles la orden del gobernador Tony Evers de permanecer en casa, dictando que Evers no tenía la autoridad para extenderla por otro mes sin antes consultarlo con los legisladores.
El fallo 4-3 esencialmente reabre el estado, pues levanta los límites en el tamaño de las reuniones y permite a las personas viajar a su antojo, así como a los negocios cerrados, incluyendo bares y restaurantes, retomar actividades.
Evers reaccionó enojado en una conferencia telefónica el miércoles por la noche, diciendo que al estado le ha ido bien en la lucha contra el coronavirus. Señaló que el fallo de la corte llevará a más condados en Wisconsin a adoptar sus propias restricciones, lo que conducirá a un mosaico confuso de ordenanzas que permitirá que la infección se propague.
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“Los legisladores republicanos convencieron a cuatro miembros de la Corte Suprema del estado de lanzar al estado al caos. No han proporcionado ningún plan. No cabe duda de que las personas se enfermarán. Los republicanos son dueños de ese caos”, dijo Evers.
Rebecca Dallet, una de las jueces liberales de la corte, discrepó y dijo que la decisión “indudablemente pasará a ser uno de los ejemplos más evidentes de activismo judicial” en la historia de la Corte Suprema de Wisconsin.
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