Los tripulantes del buque australiano Greg Mortimer, afectado por el coronavirus y cuyos pasajeros fueron repatriados a sus respectivos países en abril, fueron evacuados y ahora permanecerán en cuarentena en dos hoteles en Montevideo, Uruguay.
En un dispositivo especial organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, 63 de los casi 90 trabajadores de la compañía australiana Aurora Expeditions, que aún se encontraban a bordo, descendieron de la nave.
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Los primeros en evacuar fueron los 27 que dieron negativo. Posteriormente, abordaron un autobús que se dirigió al Regency Golf Hotel Urban, localizado en la capital uruguaya y acondicionado para el aislamiento.
Más tarde, bajaron los 36 que están registrados como positivos. Ellos subieron a otro vehículo que fue hasta el Regency Way Hotel, igualmente preparado para alojar con todas las garantías sanitarias a los enfermos.
Todos ellos abandonaron la nave con trajes de protección especial y su respectivo equipaje, pasando por una exhaustiva desinfección previa al abordaje de los autobuses.
El canciller de Uruguay, Ernesto Talvi, dijo que unos 20 trabajadores quedaron a bordo de la embarcación “para la seguridad del buque”.
La historia del crucero
El crucero partió de Ushuaia, Argentina, el 15 de marzo y llegó a Montevideo cuando uno de sus ocupantes tuvo problemas físicos, y desembarcó el 31 de marzo para recibir atención médica.
Desde entonces, el navío quedó anclado en una “zona de servicios” a unos 20 kilómetros de Montevideo, donde los ocupantes que permanecieron a bordo hasta este martes recibieron cuidado médico y abastecimiento.
El pasado 17 de abril, un tripulante filipino de 48 años falleció en Montevideo tras ingresar a un centro médico por problemas respiratorios.
