La estrategia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para luchar contra el Covid-19 ha sido fuertemente criticada incluso desde antes de que el virus llegara al país. Al principio, por lenta. Ahora, por acelerada.
Durante las primeras semanas de la pandemia, minimizó el problema y aseguró que no era “un gran asunto”. En días recientes, ha impulsado y elogiado a los gobernadores que ya inician la reactivación económica del país, pero ha admitido que esta tendrá un costo humano.
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Mientras tanto, la amenaza de contagios en el Ala Oeste de la Casa Blanca ha crecido a una velocidad inesperada. En los últimos días, al menos dos miembros del personal han dado positivo a Covid y tres altos funcionarios de la fuerza especial contra el coronavirus han tenido que aislarse.
En un principio se dijo que el propio vicepresidente de EU, Mike Pence, comenzaría una cuarentena tras estar en contacto con su secretaria de prensa, quien dio positivo el pasado viernes. Horas después, un portavoz aseguró que el vicepresidente no se aislará y seguirá su agenda de trabajo tomando las precauciones de sanidad necesarias.
Sin embargo, el personal de la Casa Blanca que aún no ha sido enviado a sus hogares ha declarado que teme contagiarse en la oficina. “Da miedo ir a trabajar”, admitió el domingo Kevin Hassett, asesor económico del mandatario, en entrevista con CBS. Explicó que aunque utiliza un cubrebocas, considera que “estaría mucho más seguro” en casa.
La presencia del virus en el complejo crece
El primer individuo dentro del personal de la Casa Blanca cuyo contagio fue confirmado fue un miembro del ejército estadounidense que trabaja como ayudante del presidente Trump. Tras darse a conocer la noticia el jueves pasado, el mandatario dijo que algunos empleados comenzaron a utilizar cubrebocas, pero reiteró que él prefiere no hacerlo porque “no es para él”.
Ese mismo día, se informó que la asistente personal de Ivanka Trump, hija y asesora del mandatario, también dio positivo a la prueba. Ivanka aseguró que no ha tenido contacto con ella en varias semanas, ya que ha trabajado desde casa los últimos dos meses.
Un día después, el propio Trump informó que Katie Miller, la secretaria de prensa del vicepresidente Mike Pence dio positivo al coronavirus. “Katie dio muy buenos resultados durante un largo periodo y de pronto hoy dio positivo”, declaró el mandatario.
Ella está casada con Stephen Miller, uno de los principales asesores de Trump, quien además escribe los discursos del presidente y pasa mucho tiempo junto con él y con Ivanka Trump y, el esposo de ésta, Jared Kushner.
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El escándalo del desinfectante y la postura de Trump sobre los cubrebocas
Pese a todo esto, el presidente Trump dijo el viernes pasado que “no se ve a sí mismo junto a otros presidentes, primer ministros, dictadores, reyes y reinas” utilizando cubrebocas.
Lo que sí vio en algún momento fue la posibilidad de “inyectar” luz ultravioleta o desinfectante a los pulmones de pacientes con coronavirus, tras lo cual hubo un incremento en los reportes de intoxicación por desinfectante en varios estados.
Pence tampoco parecía querer utilizar un cubrebocas hasta hace poco, cuando fue criticado por no protegerse el rostro en una visita a la Clínica Mayo, en Minnesota, a pesar de estar junto a personal médico y pacientes de Covid. Al principio, justificó la decisión argumentando que la clínica no les pidió usar uno, pero recientemente admitió que debió haberlo hecho de cualquier manera.
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Funcionarios del gobierno de Trump comienzan a aislarse voluntariamente
Tras tener contacto con “una persona en la Casa Blanca” portadora del virus, el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), Robert Redfield, “estará teletrabajando durante las próximas dos semanas”, afirmó el sábado un portavoz de la agencia.
El comisionado de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), Stephen Hahn, también comenzó una cuarentena por dos semanas después de estar en contacto con un individuo que dio positivo en la prueba, dijo el organismo.
Mientras tanto, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y miembro del comité especial para el coronavirus, dijo este sábado que comenzaría una “cuarentena modificada” tras un contacto de “bajo riesgo” con un caso positivo en la Casa Blanca.
Trabajar en la Casa Blanca, “un poco arriesgado”
Quizás Trump no comparte esas preocupaciones porque cada persona que quiere verlo primero debe dar negativo en la prueba. Pero para la mayoría de funcionarios que aún tienen que recorrer los pasillos poco ventilados de la Casa Blanca, “es un poco arriesgado”, afirmó Hassett.
Ahora, Trump y Pence, al igual que cualquier funcionario cercano a ellos, deberán hacerse la prueba diario, informó Judd Deere, portavoz de la Casa Blanca. En un comunicado, Deere enlistó las nuevas medidas que implementarán para evitar la propagación del virus dentro del complejo.
Faltará ver si Trump considera que estas medidas sí son para él. Mientras tanto, Estados Unidos ya suma más de 1 millón 339 mil casos confirmados y 79 mil 89 muertes por Covid-19.
