Beto García Aspe: Un capitán a toda regla

Alberto García Aspe fue parte medular de aquella Selección Mexicana de los 90 comandada por Miguel Mejía Barón. Era un líder a toda regla, un futbolista que tenía tanta calidad como carácter.

Este 11 de mayo recordamos a Beto por su cumpleaños 53. Al surgido en los Pumas que vivió sus mejores años a nivel de clubes en Necaxa, sin olvidar que también en el América dejó constancia de su calidad. Además de un paso efímero en el River Plate.

A continuación, algunos pasajes de una entrevista que le hicimos a García Aspe hace algún tiempo, pero que no puede vigencia en este aniversario.

– Cuando jugabas con la Selección se decía: “qué huevos tiene García Aspe”…

“Todo el mundo me lo recuerda y me da muchísimo gusto, lo que te puedo comentar es que yo disfrutaba lo que hacía y el orgullo máximo que siempre tuve fue vestir la camiseta verde, me costó mucho trabajo llegar a la Selección Nacional, mucha gente a lo mejor no se acordará, pero fui campeón con Pumas y no me llamaban y yo decía ¿por qué no me convocan? 

“Entonces cuando tuve la oportunidad y pude llegar, de ahí no me solté y disfrutaba muchísimo defender a mi Selección, como se dice defender a la verde, para mí ha sido el orgullo más grande por arriba de cualquier equipo y por arriba de títulos y de todo, el poder representar a tu país en una Copa América, en una eliminatoria, en un Mundial es algo maravilloso y eso es lo que uno trataba de llevar a cabo en el terreno de juego, el transmitir a tus compañeros, a la afición y buscar hacer historia”.

Del Olmo, Luis García, Aspe y Lara, tras ganar la Copa Oro 1996. (Foto: Mexsport).

– ¿Qué tenía la selección de 1994?

“Es un parteaguas esa Selección porque nunca se había jugado una Copa América (1993), nunca habíamos ido a un torneo importante sudamericano y nos tocó en esa etapa, pero previo a eso hubo problemas porque empezaba lo del Draft y muchas situaciones y estuvimos a punto de no ir a esa Copa América 

Hubo un problema con directivos, en el aeropuerto arreglamos 10 minutos antes de subirnos al avión y llegamos a una Copa América donde éramos el patito feo, todo el mundo te veía hacia abajo. Llevábamos muy buen equipo, ya veníamos de todas las eliminatorias que nos habían hecho muy fuertes, porque para ese Mundial del 94 había dos lugares y Estados Unidos ya tenía uno, entonces en la eliminatoria avanzaba uno y empezamos perdiendo contra El Salvador, y después ganamos todos los partidos.

“Yo creo que en esa Selección había muchos jugadores importantes y líderes y eso es lo que nos llevó a demostrar que podíamos competir con cualquier equipo de Sudamérica y en la Copa América se demostró, llegamos hasta la final contra Argentina, y creo que ahí por inexperiencia perdimos ese partido, pero a final de cuenta eso hizo más fuerte a México para llegar al Mundial del 94”.

Con el Tricolor en 2001. (Foto: Mexsport).

– En el Mundial de Estados Unidos 94 te tocó fallar el primer penalti en la serie ante Bulgaria, en Octavos de Final… ¿Te sentiste culpable por eso?

“Totalmente, no dormí en más de un mes después del Mundial, me sentía el culpable por haber perdido, pero bueno, en la vida todos tenemos golpes fuertes y tienes que tomar una decisión, o le das la vuelta inmediatamente y lo tomas como una experiencia para ser mejor, o la más fácil es limpiarte las manos y no vuelves a tirar un penal. Por supuesto que tomé la primera, le di la vuelta, me dolió muchísimo pero para eso me puse a practicar y entrenar muchísimo para no volver a fallar un penal”.

– Tres mundiales, dos goles, representar a tu país, ¿qué se siente?

“Es el orgullo más grande, luché muchísimo para llegar a Selección Nacional y cuando llegué no la solté. Gracias a Dios me tocó jugar más de 10 años con Selección, tres Mundiales, cuatro Copas América, tres eliminatorias, muchas cosas que pude vivir, para mí fue el orgullo más grande, me hubiera encantado en esos mundiales poder avanzado más, pero ahora espero que la actual Selección pueda llegar a donde no llegamos nosotros”. 

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