Andrés Iniesta: El genio más extrañado en Barcelona

Iniesta le heredó a Messi el gafete de capitán en el Barça.
• Es una leyenda del Barça y del futbol; uno de los mejores socios de Messi, un crack que predicó siempre con la humildad... Hoy cumple 36 años este Campeón del Mundo.

“Nos parecemos en lo de hablar poco. Él suele estar en un rincón del vestuario y yo en otro. Nos cruzamos, nos reconocemos, nos juntamos. Con una mirada ya sabemos, no hace falta más. En el campo me gusta tenerlo cerca, sobre todo cuando el partido se pone raro, duro. Entonces le digo: ‘Acércate, vení. Ponte a mi lado’. Y agarra al equipo, lo maneja, me busca y me la da”…

Así se refirió alguna vez Lionel Messi acerca de su conexión con Andrés Iniesta, la cual comenzó desde la infancia en los campos de La Masía, donde se formaron los que a la postre serían dos de los futbolistas más virtuosos de historia.

Hoy que el ‘Fantasmita’ cumple 36 años, la nostalgia es inevitable. Se les recuerda sentados uno al lado del otro mientras observan sus mejores jugadas, y Leo de forma involuntaria agacha la cabeza en señal de lamento, de tristeza, pues ya no tendría más a su socio silencioso, al que como él le huye al protagonismo fuera del campo de juego.

“No me enfadaré”, advirtió Iniesta cuando le cuestionaron qué pasaría si lo sacaban del grupo de whats app del Barça, cuando decidió marcharse a Japón: “Es una regla, solo deben estar los integrantes del club”, dijo el excapitán blaugrana.

Cuando Andrés Iniesta decidió dejar al Barcelona se vivieron semanas de sentimientos encontrados, pues tras 22 años en el club apostó por buscar nuevos horizontes. El equipo, sus compañeros, y sobre todo la gente, lo honraron como se merece: por ser un futbolista extraordinario, pero sobre todo, por su calidad humana. 

Hoy en el conjunto azulgrana echan de menos al genio del balón, tanto como al hombre que se cansó de demostrar que los héroes son normales.

Messi e Iniesta intercambiaron elogios: “Lo que hace en la cancha no lo hace nadie”, dijo el argentino, que obtuvo como respuesta un “nunca habrá otro como Leo”…

Nunca se les vio tomando mate juntos o llegando a la par a una cita trascendente, pero ni falta que hacía, pues estos dos, cada uno en su rincón, se encontraban sin mirarse, se conocían tanto que uno adviertía los movimientos del otro, y se volvió común verlos fundidos en un abrazo para celebrar innumerables obras de arte que gestaron con los pies…

Iniesta le cedió la cinta de capitán a Messi y fue el fin de una sociedad inolvidable. Terminó el ciclo de Andrés, que hoy vive su segunda temporada en el balompié japonés, donde recibe los 36 años, mientras hay altas dosis de nostalgia desde tierras catalanas.

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