“El mayor ridículo de la historia”. Así tituló el ‘Diario Sport’ su portada del 8 de mayo de 2019, un día después de que el Barcelona quedó eliminado en las Semifinales de la Liga de Campeones, tras ser goleado 4-0 (4-3 global) por el Liverpool en Anfield.
Por primera vez en cuatro años, el Barça estaba más cerca que nunca de la Final del máximo torneo a nivel de clubes, en un escenario inmejorable, luego de ganar 3-0 en la Ida con una soberbia actuación de Lionel Messi, que marcó dos goles, uno de ellos de antología mediante un tiro libre.
Sin embargo, los fantasmas de un año atrás en Roma cuando el equipo azulgrana también dejó escapar una ventaja que parecía definitiva, regresaron, y los ‘Reds’ concretaron una voltereta legendaria, impulsados por el aliento de su gente y por el miedo del visitante.
El lateral izquierdo Jordi Alba brindó uno de los peores partidos de su carrera, y los dos primeros goles fueron mayor ‘mérito’ suyo, que de los atacantes del Liverpool, que dicho sea de paso, aquella noche no contaron con dos de sus principales hombres, Mohamed Salah y Firmino.
El 3-0 fue un cabezazo en el área tras otro descuido, pero el gol que le acaba dando el pase a la Final a los hombres de Jürgen Klopp fue sencillamente inverosímil: en un tiro de esquina los defensores del Barça le dieron la espalda al balón, no tomaron a sus marcas, y de forma literal fueron madrugados con un centro que Origi remató a placer.
VALVERDE, GRAN CULPABLE
El 3-0 de la Ida en el Camp Nou fue muy engañoso, pues el Liverpool hizo méritos y generó suficientes oportunidades para llevarse un mejor resultado; sin embargo, entre Ter Stegen, el poco tino de Salah, y un Messi en plan extraterrestre, el Barça sacó una cómoda victoria.
El entonces técnico culé, Ernesto Valverde, no reparó en el pobre desempeño de Coutinho y mucho menos que en Anfield los ‘Reds’ le iban a cargar la mano a Sergi Roberto por la lateral derecha, pues el canterano nunca ha dominado dicha posición y es muy endeble en la marca.
Repitió alineación en la Vuelta con los resultados ya relatados. Fue hasta el 3-0 que quiso corregir con Nelson Semedo, pero ya era demasiado tarde, otro revés histórico estaba consumado.
Lo increíble es que este resultado y nuevo papelón a nivel mundial en años consecutivos, no le costó el puesto a Valverde, quien continuó en el club, incluso aunque semanas después también perdió en la Final de la Copa del Rey.
Así las cosas, fue hace un año, aquel 7 de mayo oscuro para el barcelonismo que difícilmente se olvidará.
