La secretaria del Trabajo de México, Luisa María Alcalde, informó que esta semana Grupo Elektra se comprometió “a cerrar sus 1,200 puntos de venta, salvo los servicios financieros que son esenciales de acuerdo con la autoridad sanitaria”.
Desde el pasado 4 de mayo, la compañía fue exhibida por la funcionaria federal en la llamada “conferencia mañanera” por ser una de las empresas que se niegan a cerrar, aunque el pasado 30 de marzo lo ordenaron a todas las que no fueran de actividades esenciales.
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En su cuenta de Twitter, la titular de la Secretaría del Trabajo (STPS) habló además de los cuatro amparos que presentó Elektra, de los que dijo fueron notificados y les concedieron tres suspensiones exclusivamente para operar servicios financieros.
Dicha actividad no es cuestionada por la STPS por ser considerada como esencial, de acuerdo con la Secretaría de Salud.
El mismo día que Elektra fue exhibida, por la tarde le respondió al Gobierno de México que es una empresa que brindaba servicios esenciales, y argumentó que estaban en “pleno cumplimiento” de las disposiciones del Consejo de Salubridad General, por lo que continuarían “ofreciendo productos y servicios esenciales para que la población haga frente a la emergencia”.
Dichas actividades prioritarias las enlistó como remesas, telecomunicaciones, productos de primera necesidad, equipos de cómputo y televisiones para que “millones de mexicanos puedan seguir trabajando y estudiando a distancia, así como motocicletas”.
Sobre la importancia de las motocicletas, Elektra explicó que eran esenciales debido a que permitían “la continuidad de servicios de entrega a domicilio de alimentos, medicamentos, materiales de curación”.
