La historia del máximo goleador del FC Barcelona empezó a escribirse el 1 de mayo de 2005.
Se jugaba el minuto 87 entre el conjunto azulgrana y el entonces sotanero y prácticamente descendido Albacete, que no había resultado un partido a modo para los culés, pues apenas ganaban 1-0 con gol de Samuel Eto’o.
El técnico Frank Rijkaard decidió darle descanso al camerunés, que dejó su lugar a una de las joyas de La Masía, Lionel Messi, quien portaba el número 30.
En una de sus primeras jugadas, el joven argentino recibió un servicio elevado de Ronaldinho y definió con un ‘globito’ ante la salida del portero Raul Valbuena. Sin embargo, la sonrisa del ‘pibe’ desapareció de inmediato, pues el gol fue anulado por fuera de lugar.
Eso no agüitó al novato, quien en tiempo de compensación peleó un balón y se apoyó en ‘Dinho’, para de inmediato moverse al espacio, y nuevamente con un pase bombeado el brasileño lo encontró, con lo que Leo volvió a marcar por encima del arquero, solo que esta vez la anotación fue válida y Messi se estrenó como goleador culé, con un padrino de lujo.
Con 17 años y 312 días, el canterano azulgrana se convirtió en aquel entonces en el futbolista más joven en la historia del Barça en marcar un gol en La Liga.
Hace 15 años inició el reinado de Messi. A partir de esa primera anotación no ha parado y hoy suma 627 para prácticamente triplicar las 232 de César Rodríguez, goleador histórico del club en la década de los 50.
Aquella jugada entre Ronaldinho y Leo también fue un augurio de lo que sucedería tiempo después: el brasileño le heredaría a ‘La Pulga’ el número 10 y la misión de convertirse en el referente del barcelonismo.
🚨 EFEMÉRIDE A LA VISTA 🚨
🗓️ 1 de mayo de 2005
🔙 Se cumplen 15 años del primer gol de Messi con el Barça
— FC Barcelona (desde 🏠) (@FCBarcelona_es) April 30, 2020
Messi ha superado con creces todas las expectativas y no solo en goles, pese a que también es el máximo romperredes de todos los tiempos en La Liga, con 438 tantos.
Leo come en una mesa donde lo acompañan Pelé y Maradona, y el debate sobre quién es el mejor de todos los tiempos sencillamente no tendrá fin.
