Dice el escritor mexicano Juan Villoro que “elegir un equipo de futbol en la infancia es una forma de elegir cómo van a transcurrir los domingos”…
Es un 30 de abril atípico. Hoy el bullicio que provocan, la frescura que le aportan a un futbol lleno de profesionalismo y de atletas cada vez más desarrollados, no se escucha en las canchas ni en los parques. Las calles están vacías.
Falta la alegría desbordada de los chicos cuando ganan un partido o el llanto sincero de una derrota. Falta eso que reconforta: la sonrisa de un niño.
Sin embargo, toca rendir un homenaje a los pequeños que padecen la cuarentena peor que un castigo de mamá, en un día más en el que no podrán abrazar a sus amigos ni perseguir una pelota.
Los héroes de hoy también son ellos, quienes se inspiran en las grandes figuras del deporte como los Messi, Cristiano, Neymar y compañía, más allá de que en estos tiempos tampoco puedan admirarlos a distancia, aunque sí recordarlos a través de sus hazañas.
Dice Jorge Valdano que “el futbol nos devuelve a la infancia, y si nos lo tomamos demasiado en serio, corremos el riesgo de incluirlo dentro de la realidad, cuando jugamos para escapar de ella”.
Sirva este Día del Niño –y los más posibles– para huir un poco de un presente complejo. Estas líneas son inspiradas y dedicadas a todos los pequeños y pequeñas que hoy no pueden estar juntos. Falta poco. Por lo pronto, sean felices, que para ello les sobra ingenio.
