La NBA notificó a los equipos que la apertura de las instalaciones deportivas tendrán que esperar, al menos hasta el próximo 8 de mayo.
El informe de la NBA establece una serie de medidas de seguridad que tendrán que ser cumplidas de forma estricta por todo el personal y jugadores.
Los equipos deberán exigir a los jugadores que lleven mascarillas todo el tiempo, excepto cuando vayan a tener la actividad física.
El personal técnico y todos los profesionales que trabajen con los jugadores deben llevar puestos guantes y mantener la distancia social de al menos tres metros y medio.
La NBA quiere asegurarse que el riesgo de contagio entre los profesionales sea evitado.
Con ello, busca establecer los planes que le permitan reanudar la competición de liga a partir del próximo mes de junio y que en agosto se puedan disputar los playoffs.
Cualquiera que sea el formato, lo que ya es seguro que la competición se reanudará sin público en las gradas.
La temporada fue suspendida el pasado 11 de marzo cuando el pívot francés Rudy Gobert, de los Jazz de Utah, dio positivo al coronavirus.
La NBA había autorizado a los equipos de la liga volver a los entrenamientos en sus sedes a partir del próximo 1 de mayo.
Se refería a aquellos estados con pocas restricciones por la cuarentena del coronavirus.
Pero la decisión de la NBA cambió este lunes al establecer que solo podrán reabrir instalaciones desde el 8 de mayo.
Antes de que la NBA informara a los equipos sobre la nueva fecha, los Atlanta Hawks anunciaron que sus instalaciones deportivas iban a continuar cerradas.
La postura de los Hawks es la misma que mantienen otros equipos con relación a la decisión de la NBA.
También esperan que la NBA presente un plan más detallado para valorar en conjunto la situación.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, ya trabaja en un plan que permita reiniciar los partidos de la temporada regular y los playoffs a partir del junio.
Si esto llega a concretarse, la temporada 2020/2021 podría comenzar en Navidad, con un torneo en Las Vegas.
Así, la NBA podría recuperar algunos ingresos perdidos a través de apuestas deportivas, patrocinadores y televidentes.
La NBA admite que todos sus planes de cara a la temporada del 2020-21 enfrentan el mayor obstáculo en los jugadores, a los que tendrá que convencer de estar abiertos a cualquier tipo de solución que ayude a superar la crisis financiera de la organización.
Las negociaciones entre la NBA y el sindicato se centrarían en cómo manejar los salarios de los jugadores.
Las ganancias de ellos están directamente vinculadas a los ingresos generales de la NBA, que ya ha anticipado que dejará de percibir ingresos por $800 millones de dólares en los próximos meses.
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