El Centro de Control de Envenenamiento de Kansas informó este lunes que hubo un aumento de más del 40% en los casos relacionados a los productos químicos de limpieza desde el jueves pasado.
El reporte ocurre justo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió que los desinfectantes domésticos podrían inyectarse para combatir el coronavirus.
El estado de Maryland, por su parte, recibió más de 100 llamadas el viernes de residentes que querían saber si inyectar desinfectantes era una cura.
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De acuerdo con NPR, en la ciudad de Nueva York, el centro de control de envenenamiento registró 30 llamadas el viernes relacionadas a los comentarios del mandatario estadounidense.
El secretario del Departamento de Salud y Medio Ambiente de Kansas, Lee Norman, detalló que durante el fin de semana, un hombre bebió un producto de limpieza “por el consejo que recibió”. Norman no especificó de quién hablaba.
La semana pasada, después de que el presidente estadounidense sugiriera inyectar desinfectantes en el cuerpo para eliminar al virus, la compañía de productos de limpieza Lysol tuvo que emitir un comunicado donde advirtió que sus productos no deben ingerirse o inyectarse en el cuerpo humano “bajo ninguna circunstancia”.
¿Qué más ha dicho Trump de la polémica?
Cuando le preguntaron este lunes si se sentía culpable por el incremento en el número de casos relacionados a los productos de limpieza, el presidente estadounidense dijo: “No, no me siento responsable”.
El viernes, Trump intentó defenderse, al afirmar en el Despacho Oval, que había hecho esos comentarios “sarcásticamente”.
Poco después encabezó la conferencia tradicional del coronavirus, pero esta se cerró abruptamente sin aceptar preguntas de los medios, como era habitual.
En sus tuits de un día después, el presidente parece que intentó arreglar sus palabras del jueves: “Recuerden la cura no puede ser peor que el problema mismo. ¡Tengan cuidado, manténgase seguros, usen el sentido común!”, dijo.
