La ciudad mexicana de Tijuana, la ecuatoriana Guayaquil, Iquitos en Perú y las amazónicas Manaos en Brasil, son cuatro de las ciudades de Latinoamérica que sufren con más dureza los estragos del Covid-19.
“Estamos al borde de la saturación”, así, tajantemente, se refirió en entrevista con la agencia Efe el subsecretario mexicano de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, a la situación en Tijuana, en la frontera con Estados Unidos. Hasta el momento, tiene 700 contagios y 117 muertes, más de la mitad que en todo Baja California, el estado al que pertenece.
El gobernador estatal, Jaime Bonilla, aseguró que los trabajadores sanitarios están “cayendo como moscas” ante la falta de protección y seguridad en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Una coyuntura por la que las autoridades regionales se preparan para una saturación del sistema de salud, pese a que Baja California, y “en particular Tijuana“, es donde mayor cumplimiento se da de las medidas de aislamiento social, con un 74%, según reconoció el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
También lee: AMLO y Bolsonaro “dejaron pastorear” al Covid-19, dice José Mujica
Cadáveres en las calles
“Guayaquil ha vivido una de las tragedias más grandes de la historia”, dijo Cynthia Viteri, alcaldesa de una población que condensa buena parte de los dramas del coronavirus en América Latina.
La segunda ciudad en importancia de Ecuador pasó de ser el centro económico del país a escenario de una situación de caos. Gente sacó cadáveres de sus hogares y los dejó en las calles con una sábana encima. Personas emprendieron durante semanas las búsquedas desesperadas de sus familiares en las morgues y después soportaron una espera de hasta cuatro días para enterrarlos.
Con por lo menos 520 muertos y 10 mil 400 contagios oficiales, Guayaquil suma el 51% de casos de todo el país. Guayas suma casi 8 mil fallecimientos “extra” desde que comenzó la crisis sanitaria en el país el 29 de febrero y de los que, reconocen las propias autoridades, es casi imposible saber las causas exactas.
Hospitales desbordados y fosas comunes
En Manaos, Brasil, la emergencia afecta tanto a los vivos como a los muertos. Los hospitales están colapsados y los ataúdes ya no caben en su mayor cementerio, así que los cuerpos se llevarán fosas comunes. De un promedio de 20 a 35 entierros diarios se ha pasado a casi 100.
Una radiografía que muestra por sí sola que los 2 mil 270 casos confirmados y las 193 muertes que se reportan oficialmente en la Amazonía brasileña están lejos de la verdadera dimensión del problema en esta zona del norte del país.
Desamparados en la amazonía
La región de Loreto ocupa el cuarto lugar en Perú, sus cifras de más de 700 contagiados y 23 muertos no parecen catastróficas en la coyuntura actual de la pandemia. Sin embargo, ya causaron que la morgue del hospital provincial excediera su capacidad y no puede recibir más cadáveres. Los cuerpos que llegan permanecen apilados dentro de bolsas negras de basura.
Iquitos, la mayor ciudad de la Amazonía en Perú, es la que concentra la mayoría de los problemas de la región. Las medidas de contención como cuarentenas o uso de mascarillas son prácticamente inexistentes. Además, incluye comunidades indígenas a su alrededor, que viven alejadas de los hospitales y centros de salud.
De seis a ocho horas y hasta tres días por río es lo que a los habitantes de la zona les toma llegar a esos puestos de salud.
“Más del 60% de las comunidades carece de consultorios médicos y los que existen están desabastecidos, no cuentan con equipos ni medicamentos y difícilmente se aplica el enfoque intercultural”, denunció días atrás la Organización de los Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO).
