Trabajan entre la basura y el coronavirus

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Por su trabajo a Jeni le pagan 3 mil 200 pesos al mes, el equivalente a 135 dólares.

Por Tania Aguayo

Su trabajo siempre ha sido esencial, pero a ellos se les reconoce muy poco lo que hacen. Los recolectores de basura son uno de los grupos más vulnerables a la actual pandemia de Covid-19. Ellos se encargan de limpiar las 13 mil toneladas de desechos que a diario genera la Ciudad de México, según datos del Inventario de Residuos Sólidos 2018 de la capital.

A Jeni Mejía le pagan 3 mil 200 pesos al mes, equivalentes a 135 dólares, por barrer y recolectar basura ocho horas diarias, seis días a la semana, en la unidad habitacional Tlatelolco. A pesar de que está cerca de los 60 años, sus jefes no le han dicho nada sobre la posibilidad de quedarse en casa. Cuando se le pregunta cómo se cuida del coronavirus, ella responde que con medidas básicas.

“Pues nada más con el cubrebocas. Y luego, cuando paso al Metro, le pido al policía si me regala gel y pues me echo en las manos”, explicó.

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José Rocha, otro recolector, dice que el mayor problema es la falta de equipo adecuado para hacer su trabajo. Nos muestra los viejos guantes que usa, rotos en la parte de los dedos. Esa es la única protección que tiene para evitar cortaduras en las manos.

 “La gente tira las jeringas, no las pone en botellas, y de repente nos picamos. Echan vidrio, muchas cosas que sí corremos peligro tanto nosotros, como también nuestra familia. Nos infectamos de cualquier cosa, vamos con la familia y sin querer también los infectamos”.

Con lo que gana, a José no le alcanza para comprar su equipo de protección (guantes, faja y botas). Foto: Tania Aguayo.

En la misma cuadrilla de José trabaja Gabriel León, quien asegura que desde el inicio de la cuarentena aumentó la cantidad de basura pero sus ingresos disminuyeron porque ya no puede vender los desechos reciclables que encuentra. Entre ellos está el pet, el plástico utilizado en las botellas de refresco.

“Antes podíamos recoger el pet pero ya se detuvo todo por cuestión de lo que ha habido (coronavirus). También cerraron los lugares donde nos compraban el pet, el cartón y prácticamente se paró la economía en esto de reciclar”.  

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Jeni, José y Gabriel forman parte de los 14 mil trabajadores sindicalizados del servicio público de limpia de Ciudad de México. Son de los más afortunados, pues hay otras 10 mil personas que también se dedican a la recolección, pero que son consideradas “voluntarias”. Eso significa que no cuentan con un sueldo, ni seguridad social. Su único ingreso proviene de las propinas y del dinero que ganen con el reciclaje.

Desde la crisis del Covid-19, Gabriel ha visto disminuidos sus ingresos porque cerraron los centros de  reciclaje. Foto: Tania Aguayo

Falta campaña masiva para proteger a recolectores

La organización no gubernamental WIEGO, que aglutina a trabajadores del sector informal en varios países, lanzó la campaña “Los rifados de la basura” para visibilizar las precarias condiciones de los recolectores. Su representante en Ciudad de México, Tania Espinosa, dijo que por ahora lo más urgente es que las autoridades de la capital hagan una difusión masiva de los lineamientos para la separación de residuos sanitarios que podrían estar contaminados con Covid-19.

En entrevista para Latinus,  la activista dijo que el gobierno de Claudia Sheinbaum no está haciendo su tarea completa porque no basta con publicar los lineamientos, “se tendría que encargar activamente de hacerle saber a los trabajadores de limpia, contratados y voluntarios, cómo deben de actuar frente a este potencial riesgo de contagio con los residuos”.

Espinosa señaló que la ciudadanía puede apoyar a los recolectores no olvidando darles una propina, con la donación de artículos como jabón, gel antibacterial, guantes y cubrebocas, y separando la basura adecuadamente, marcando los residuos sanitarios para que no tengan contacto con ellos.

Jeni Mejía tiene casi 60 años, pero sigue trabajando a pesar de los riesgos del coronavirus. Foto: Tania Aguayo

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