En Israel se registran 171 fallecidos y más de 13 mil contagiados por Covid-19. Con cifras moderadas en comparación con una buena parte del mundo, el país da por superada la peor fase de la pandemia y empieza este domingo a regresar a la normalidad.
Las calles de ciudades como Jerusalén, Tel Aviv o Moddin amanecieron con movimiento de coches y personas. Cafeterías y restaurantes reabrían, así como partes del comercio minorista. En semanas pasadas, hubo fuertes restricciones que llegaron incluso a toques de queda durante los días festivos del Pésaj (la Pascua judía).
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En el centro de la parte oeste de Jerusalén, como las calles peatonales Yafa y Ben Yehuda, se veían comercios de comida rápida, joyerías, ópticas o tiendas de souvenirs con empleados limpiando y preparando el local para reabrir tras haber cerrado el pasado 15 de marzo. El turismo, sin embargo, tardará en regresar, puesto que los vuelos siguen limitados y el sector está paralizado a nivel mundial.
La gente que caminaba por las calles, que era menos que en épocas normales, trataba de distanciarse de los demás. Casi todos portaban cubrebocas, tras el anuncio de que serán multados con 200 shéqueles (unos 55 dólares) si no los llevan.
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Las tiendas de alimentos, muebles, artículos del hogar, electricidad, comunicaciones, librerías, lavanderías y tiendas de equipos deportivos pudieron abrir desde este domingo, siempre que estén en la calle. Las de ropa, zapaterías y jugueterías tendrán que esperar a la próxima fase. Los centros comerciales, donde hay una mayor concentración de gente en un espacio cerrado, siguen sin poder abrir.
Ya se permite reinstaurar la educación especial en grupos de hasta tres niños. Se puede realizar deporte en parejas. Hasta 19 personas pueden rezar a las afueras de las sinagogas, iglesias o mezquitas siempre y cuando respeten una distancia de al menos dos metros entre ellos.
El ministro de Finanzas de Israel informó que en dos semanas se levantarán más restricciones, si la cifra de contagios se mantiene estable.
