Héctor Herrera: El ‘Riquelme’ de Rosarito llega al tercer piso

Héctor Herrera y su recorrido en el futbol. (Fotoarte: Jhonatan González).
• Uno de los mejores futbolistas mexicanos de los últimos tiempos cumple 30 años este 19 de abril, y en plena madurez enfrenta el reto más grande de su carrera en el Atlético de Madrid, donde le ha costado ganar minutos y la confianza del Cholo Simeone.

Es admirador confeso de Juan Román Riquelme y recorre los campos con un paso cansino y toque privilegiado, características similares al retirado futbolista argentino.

Originario de Rosarito, Baja California, en donde es común la pesca deportiva y se reta a las olas del Océano Pacífico en la práctica del surf, Héctor Miguel Herrera buscó su camino alejado de la tradición.

El ‘Zorrito o Zorrillito’, como cariñosamente le apodan desde niño, fue visto a los 11 años por Ángel ‘Coca’ González, afamado visor de jugadores a quien Cuauhtémoc Blanco y otros deben su descubrimiento.

Herrera fue literalmente arrancado de su tierra para iniciar un camino azaroso dentro del futbol: “Me tocó verlo de 11 o 12 años, hasta los 14 me lo traje al Distrito Federal y luego lo presté a una Cuarta División en Guadalajara. 

“También estuvo en una Tercera, luego en una Segunda y regresó al Pachuca. Ése fue el transitar de El Zorro”, contó en una entrevista ‘Coca’ González.

Venados de la Magdalena Contreras, Arroceros de Cuautla de la Tercera División, así como el Tampico Madero de la Segunda, fueron paradas obligadas para Héctor Miguel en su lucha por conseguir un lugar en el balompié profesional.

Cuentan que durante su estancia en Tamaulipas,el joven se subía a la azotea de la casa club, desde donde le gustaba vislumbrar su futuro, pues en las largas conversaciones con sus compañeros de equipo solía decirles: “Van a ver que llegamos lejos… van a ver”…

Herrera tuvo voz de profeta: el 23 de julio de 2011 su vida dio un vuelco: Pachuca enfrentaba a Santos y el entonces técnico de los Tuzos, Efraín Flores, decidió debutar al joven que jugaba pegado a la banda derecha.

“Recuerdo un par de cosas que le dije: ‘tienes la capacidad y la calidad para jugar. Te toca ahora demostrarla, pero sobre todo te toca ahora disfrutarla. Recuerdo mucho que le dije: disfruta mucho que viene una nueva historia para ti’”, contó Flores.

Tenía 21 años cuando debutó en el máximo circuito, no muchos para ser el padre de Héctor David, su hijo recién nacido en ese entonces, quien, junto con su esposa Shantal, fueron su motor e inspiración para no claudicar cuando estuvo a punto de abandonar el sueño llamado futbol.

La estancia de Herrera en la Primera División del balompié azteca fue relativamente corta, pues gracias a su crecimiento y sostenida calidad se volvió indiscutible en los Tuzos y dio el salto a Selección Nacional.

Apenas un año después de haber debutado inscribió su nombre con letras de oro entre los inmortales que ganaron la primera medalla de oro en la historia para el futbol mexicano en Londres 2012.

Herrera fue figura de aquella Selección que encabezó Luis Fernando Tena, y para entonces su nombre empezó a sonar como candidato para ser contratado por algún conjunto europeo.

Tras varios rumores sobre el interés de clubes italianos e ingleses apareció el Porto. Pachuca abrió las negociaciones y al final el acuerdo se cerró por 10.8 millones de dólares. Uno de los grandes de Portugal adquirió el 80 por ciento de sus derechos.

“La pelota me cambió la vida por completo. Me dio todo lo que puedes imaginar y espero que me siga dando”, comentó Héctor Miguel el día que viajó de la Ciudad de México a Portugal.

“A veces sientes una sensación extraña al dejar tu país, el club, las costumbres, pero nada más. Miedo nunca tuve. El mexicano, en mi opinión, tiene mucho miedo a fracasar en el extranjero y regresar a nuestro país siendo muy criticado. No tengo miedo, no temo fracasar, no le temo al triunfo”, agregó en aquel momento.

Herrera estaba llamado a ser una de las figuras de México en la Copa del Mundo de Brasil 2014, y con algunos altibajos, pero dejó grata impresión debido a su calidad.

“El número 6 de México, Herrera, es una mezcla entre Di María y Gary Cahill. Si yo fuera un entrenador y necesitara en este momento un centrocampista que no costara una fortuna, el mexicano Herrera estaría en lo más alto de mi lista de transferencias ¡Impresionante!”, escribió en su cuenta de Twitter durante aquella justa mundialista el inglés Rio Ferdinand, ex defensa del Manchester United. 

‘HH’ forjó una carrera en el Porto, de a poco se volvió un hombre importante, referente y capitán. Ganó títulos locales y mostró su talento en la máxima vitrina a nivel de clubes, la Champions League.

Jugó su segunda Copa del Mundo en Rusia 2018 y de nueva cuenta dejó constancia de su calidad. Basta recordar que en la histórica victoria ante la Alemania campeona del mundo fue el mejor hombre en la cancha. Aquella tarde en Moscú, Herrera se ‘comió’ el campo… Y a los alemanes.

En 2019 le llegó el reto más grande de su carrera en plena madurez: el Atlético de Madrid, donde le estaba costando mucho afianzarse antes del paro de actividades a causa de la pandemia. 

De inicio no contó para el técnico Diego Simeone, y pasadas varias semanas empezó a tener minutos y algunas buenas actuaciones. Posteriormente llegó una lesión que de nueva cuenta lo tuvo relegado.

Hoy, a sus 30 años, Héctor Miguel es un futbolista mexicano consolidado en Europa, pero que debe reafirmar que ciertamente sus alcances van más allá de la liga portuguesa…

Confeso admirador de Riquelme, a Herrera le queda cuerda de sobra para explotar su talento y desafiar a las olas más altas como solía hacerlo en su natal Rosarito.

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