Juanito Alvarado: El mexicano que le hizo un ‘túnel’ y provocó el enojo de Pelé

Alvarado y Pelé fueron seleccionados de sus países. (Fotoarte: Adrián Arteaga).
• En ‘Nostalgia Futbolera’ recordamos la historia del exfutbolista y entrenador Juan Alvarado, quien en un partido amistoso entre Pumas y el Santos de Brasil, hizo enojar a ’O Rei’, pues le tiró un ‘caño’ y anotó un gol.


Las hazañas quedan en el olvido cuando el que las consigue no es ‘famoso’; sin embargo tienen el mismo o más valor al tratarse de situaciones inesperadas que generan asombro entre sus testigos.

En la trayectoria de Pelé, era habitual verlo surcando la cancha, dejando atrás rivales enfilándose al arco rival y haciendo ver mal a sus oponentes.

¿Pero cuántos pueden presumir haberle hecho un ‘túnel’ a ‘O Rei’? Pocos, muy pocos y uno de ellos es mexicano.

Juan Alvarado, ‘Juanito’, como se le conoce cariñosamente en Puebla, consiguió darle a Pelé una ‘cucharada de su propia medicina’.

Eran otras épocas. En la década de los 70’s no había redes sociales ni otro tipo de registro que no fuera la TV o la fotografía; sin embargo, ‘Juanito’ tiene bien presente ese momento como seleccionado mexicano.

Juan Alvarado y Pelé.


“Fui parte de la Selección Mexicana en los Juegos Olímpicos de 1968 en México y después fui convocado para jugar en la Copa del Mundo de 1970, pero me lesioné y no pude asistir.

“En el 71’ nos fuimos (con Pumas) de gira por Europa y al regresar a México, volamos a Chicago para jugar contra el Santos de Brasil, donde Pelé era el titular.

“Recuerdo muy bien que en ese partido yo le hice una jugada a Pelé, sin querer me salió el túnel y le metí gol, fue algo que ni yo creía, pero él se mostró bastante enojado por eso. Al final nos ganaron 3-1, pero no se me olvida que todos me decían que había hecho enojar a Pelé”, recordó en una entrevista con la ‘Revista Rayas’ el jugador retirado.

Nacido en Zamora, Michoacán, de joven, Alvarado tuvo la inquietud de jugar beisbol en las Grandes Ligas; sin embargo su destino estaba señalado para el futbol y pese a que su padre no estaba muy convencido, pues le aconsejaba que se dedicara a estudiar, él hizo lo necesario y fue Pumas el club que le dio la oportunidad esperada.

“Yo le decía a mi papá que quería jugar futbol y él me decía que mejor me dedicara a estudiar, entonces decidí irme a escondidas a entrenar con los Pumas. Pero como los entrenamientos y las clases eran en la mañana, yo solito me cambié de turno en la escuela y solamente así pude continuar con el futbol.

“Trabajé en una tienda de deportes y cuando cumplí 15 años, el dueño me decía que me fuera a jugar al Necaxa o algo así, yo pensé en irme a Pumas… dicen que la suerte se busca y a mí no me llevó nadie, yo solo hice todo lo necesario para entrar”, añadió.

Su debut en la Primera División fue relativamente rápido. Con sólo 17 años, ‘Juanito’ tenía de compañeros a elementos como Miguel Mejía Barón, Enrique Borja y Aarón Padilla, entre otros.

Después de su estancia en Pumas, se fue al Puebla, donde logró el título en la Temporada 82-83 y eligió ese momento para colgar los botines y seguir su carrera como entrenador. Relata que su gran influencia fue Nacho Trélles, quien recientemente falleció.

Entre otros clubes, Alvarado ha dirigido al Puebla, Querétaro, y logró el ascenso con el Irapuato; además, comandó el banquillo de Oaxaca, Cancún, Celaya y Acapulco.

“Me fui a España a estudiar 6 meses para entrenador. A mi regreso me hice entrenador de la reserva profesional del Puebla y acabamos en segundo lugar de la Liga. José Antonio García, dueño del Querétaro en ese entonces, me mandó a llamar para entrenar a su equipo y me fue muy bien.

“En Irapuato subí al equipo a Primera División y quedaron campeones en 1999-2000; los del Veracruz llevaban 11 partidos sin ganar, llegué yo y terminamos subiendo a Primera División en el 2002-2003. También estuve como entrenador en Oaxaca, Cancún, Celaya y Acapulco”.

Tras una vida de 48 años en Puebla, ‘don Juan’ no planea moverse de esa ciudad. Actualmente trabaja en el Instituto Poblano del Deporte, como entrenador a la escuela de futbol.

“Llevo 48 años viviendo en Puebla y ya no me iría de aquí, soy feliz porque la vida del futbol me ha dado esposa, hijos, nietos, casa y prácticamente todo, es maravilloso ser futbolista. Han salido propuestas de trabajo en Guatemala, Honduras y otros lugares pero me estoy aguantando, no quiero dejar a mis nietos.

“Lo único que me falta para retirarme a gusto, es convertirme en el entrenador del Puebla, es lo único y con eso me iría contento”, reconoció Alvarado, uno de los pocos mexicanos, si no es que el único que hizo enojar al gran Pelé.

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