En el Centro de Detención para Migrantes Otay Mesa en California, gestionado por una compañía privada llamada CoreCivic, solicitantes de asilo de El Salvador tuvieron que romper sus camisetas para cubrirse el rostro porque una mujer de su unidad dio positivo al COVID-19. Los guardias del centro amenazaron con que no les darían cubrebocas hasta que firmaran los documentos que decían que no podrían exigir responsabilidad por parte de la compañía.
Elsy, una migrante salvadoreña que solicitó asilo en Estados Unidos, contó su historia mientras está detenida en medio de una pandemia.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) ya redujo el número de detenidos para minimizar el riesgo de contagios. Sin embargo, quienes ya están detenidos en cárceles para migrantes y sus defensores advierten que no hay suficiente material de protección y limpieza, ni espacio para respetar el distanciamiento social.
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Más de 33 mil migrantes detenidos sin protección por el COVID-19
El número de migrantes detenidos por el ICE es ahora de 33 mil 800. Hace unas semanas, eran alrededor de 37 mil.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, paralizó la posibilidad de que los migrantes presenten solicitudes de asilo durante la pandemia. Aún así, continúa reteniendo a migrantes en centros de detención durante meses o años por violaciones civiles. Las cifras incluyen a más de 5 mil 800 que pasaron los controles de asilo del gobierno.
El Centro de Detención Otay Mesa, donde está Elsy, pasó de un caso confirmado de COVID-19 a 12 en una semana. En total, 72 detenidos en 12 estados dieron positivo al coronavirus y cientos más están en cuarentena. Los migrantes detenidos en al menos cuatro estados contaron que se les negó el acceso a cubrebocas. La Casa Blanca pidió a la población usarlas en público.
Con información de AP
