Por Ana Espinosa
Trabajadores de la salud del Hospital General de Zona 1A del IMSS en la alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México, cerraron hoy la avenida Municipio Libre -a un costado de la unidad de salud- para protestar por la falta de equipo, infraestructura y capacitación para atender a pacientes sospechosos de COVID-19.
“No tenemos las condiciones adecuadas para trabajar. Quienes llegan aquí y requieren de atención médica están en condiciones precarias, lo que las pone en riesgo a ellas, al personal y a otros pacientes”, declararon a Latinus.
Con carteles y consignas, denunciaron que, tras presentar quejas en días pasados a los directivos de la unidad, “esta mañana quisimos entregar un escrito detallando todas las condiciones de carencia”.
Sin embargo, relatan que la directora del hospital, la doctora María de Lourdes González Hernández, no quiso recibirlo, y sólo nos quedó salir a protestar”, dijo a Latinus un trabajador de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital que pidió permanecer en el anonimato.
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Él y sus compañeros denuncian que el equipo de protección que se les ha proporcionado es deficiente, que hace falta capacitación, y que el hospital no cuenta con la infraestructura para aislar a los sospechosos o confirmados de COVID-19.
“Los goggles que nos dan permiten el paso de gases, lo que nos pone en riesgo. No tenemos caretas y las mascarillas N95 están engrapadas, lo que compromete su efectividad”, detallaron.
Desde mediados de marzo se les anunció que el hospital recibiría a “pacientes con probable diagnóstico de infección respiratoria”. A finales del mismo, “sin ninguna indicación y de manera repentina”, comenzaron a recibir a sospechosos de COVID-19 sin las correctas medidas de prevención o aislamiento.
También advierten que “hay pacientes confirmados de COVID-19 en terapia intensiva y otras áreas, además de varios sospechosos”, sin el seguimiento necesario para detectar síntomas o contagios de coronavirus entre el personal.
Revelan que, entre esos casos sospechosos, hay un médico de esta unidad que fue ingresado, por orden de las mismas autoridades del hospital, el pasado 10 de abril a la UCI por sospecha de COVID-19, pese a los condiciones previamente denunciadas.
En la carta, el personal denuncia que las autoridades de esta unidad han mostrado “falta de empatía” pues, “de manera impositiva y autoritaria, ingresaron pacientes a instalaciones no óptimas para manejar este padecimiento, sin que hasta la fecha hayan sido resueltas.
Los trabajadores del HGZ 1A exigen aplicar “medidas contractuales, disciplinarias y jurídicas” a los directivos del hospital por imponer “criterios equívocos que violentan nuestro aspecto laboral y lo dispuesto en la orden Federal, nuestra integridad física y profesional”.
Además, solicitan la “aplicación estricta del protocolo de atención de casos sospechosos y confirmados de COVID-19” y que se tomen “las acciones pertinentes” para evitar contagios entre el personal y hacia otros pacientes.
Al momento de esta publicación, un grupo de trabajadores del hospital se encuentra en una reunión con los directivos de esta unidad del IMSS para exponer sus demandas y preocupaciones.
“No nos negamos a trabajar”
Otra de las trabajadoras de la unidad de cuidados intensivos asegura que no se niegan a trabajar y cumplir con su responsabilidad, pues “quienes protestamos hoy en la calle no estamos en horario laboral, pero pedimos el material y la infraestructura adecuada para atender esta crisis”.
“Esta protesta no es sólo por nosotro. Si nos contagiamos, vamos a pasar de ser personal de salud que puede ayudar, a ocupar una cama o un ventilador que podría necesitar alguien más”, detalla esta profesional de la salud.
