José Félix Rojas es uno de los 150 mexicanos muertos por COVID-19 en Nueva York, epicentro de la epidemia en Estados Unidos. Su familia, que radica en Puebla, debe luchar para que el cuerpo de José vuelva a casa para su entierro.
Maclovia Zacatenco, esposa de José, dijo a Los Angeles Times que durante casi dos décadas él le enviaba dólares desde Queens, distrito en el que trabajaba. Pero tras su fallecimiento por el coronavirus, ni siquiera lo podrá ver.
“Mi esposo siempre dijo que volvería a casa, tal vez el año que viene. (…) Siempre fue el año que viene”, dijo Maclovia a Los Angeles Times.
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El regreso del cuerpo de José, así como de los otros mexicanos fallecidos, se complica porque la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sugirió a las familias permitir que sus seres queridos sean cremados. Solamente se devolverán las cenizas.
José Rojas tenía problemas renales desde hace dos años. A pesar de eso, siguió trabajando en el supermercado Queens. El 24 de marzo, José se sintió enfermo. Genaro Zacatenco, su cuñado, pidió a su esposa llamar a la ambulancia porque no podía hablar y tenía problemas para respirar.
Después de entrar a urgencias en el Hospital de Jamaica en Queens, donde murió al día siguiente. El personal del hospital le dijo a la familia que la causa era “insuficiencia renal”, mas no “coronavirus”.
El cuerpo de Rojas fue trasladado a una funeraria en Manhattan especializada en preparar los cuerpos de inmigrantes mexicanos para su repatriación. Zacatenco dijo a Los Angeles Times que el personal de la funeraria pidió ropa para el cuerpo, documentos de viaje y pago para enviarlo de regreso a México.
Una hora más tarde, la funeraria llamó a Zacatenco para decirle que Rojas murió por coronavirus, lo que impedía devolver sus restos a México. “Tenemos que incinerarlo”, le dijeron.
Al cambiar la causa de su muerte, su expediente en el hospital tenía escrito a mano “caso COVID-19”.
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Más de 150 familias en México de mexicanos en Nueva York que quieren repatriar los cuerpos de sus seres queridos. La mayoría de las peticiones son de Puebla, donde hay una gran cantidad de migrantes que se dirigen a Nueva York.
Mientras los familiares buscan la repatriación, el gobierno mexicano dijo este viernes que todos connacionales que murieron en Estados Unidos por COVID-19 permanecerán allí en morgues y funerarias.
Tras perder sus empleos en Nueva York, algunos mexicanos huyeron de ahí para volver al país. La mayoría de ellos, a Puebla.
